El presidente del Gobierno ha mostrado su tranquilidad desde China ante los pasos que hay que seguir ante la consulta soberanista de Catalunya. Rajoy tiene claro lo que hay que hacer. Una vez que Mas ha aclarado por fin que firmará el decreto este sábado, los plazos se van clarificando poco a poco.
El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, presidirá finalmente la reunión del Consejo de Ministros en la que se decidirá presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la convocatoria de la consulta que pretende celebrar el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Esa reunión extraordinaria se celebrará previsiblemente el lunes, por lo que Rajoy ya habrá regresado de su viaje oficial a China (se prevé que lo haga en la tarde-noche de mañana) y podrá presidir la convocatoria de sus ministros.
Fuentes del Gobierno han confirmado que esa reunión estará presidida por Rajoy, aunque han subrayado que estaba todo dispuesto para que si Mas hubiera firmado antes la convocatoria, la reunión se hubiera desarrollado bajo la presidencia de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Ella y Rajoy, que continúa su visita a China, mantendrán a lo largo de la jornada de hoy una conversación en la que fijarán el calendario de los pasos que dará el Gobierno para presentar el recurso contra la convocatoria de la consulta soberanista.
A la espera de que se concrete, una vez que Mas firme mañana por la mañana esa convocatoria, el Gobierno citará a la comisión de subsecretarios, como se hace de forma habitual antes de cada Consejo y que estará presidida por Sáenz de Santamaría.
En esa reunión se solicitaría al Consejo de Estado el informe preceptivo para la presentación del recurso.
El Consejo de Estado deberá reunirse en las horas siguientes y enviar al Gobierno el texto correspondiente avalando los argumentos para la presentación del recurso.
Con ese informe, el Gobierno aprobará el recurso y dará instrucciones a la Abogacía del Estado para que lo presente ante el Tribunal Constitucional (TC).
Rajoy, en una conversación informal con periodistas durante su visita a la Ciudad Prohibida de Pekín, ha asegurado hoy que afronta con «total tranquilidad» el proceso que abrirá Mas con la firma del decreto de convocatoria de la consulta.
El jefe del Ejecutivo ha comentado que ya dijo hace un año qué es lo que haría el Gobierno si Mas seguía adelante con su intención de convocar la consulta y que eso es lo que va a hacer.
Unas intenciones que pasan por cumplir y hacer cumplir la ley, por lo que Rajoy entiende que esa consulta no puede celebrarse y él no la va a permitir.
Suspensión automática
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría trasladó al presidente de la Generalitat que el Gobierno pedirá, una vez que el TC admita a trámite el recurso, que “se suspenda automáticamente” la ley. «Ya le digo que lo va a pedir», adelantó la vicepresidenta.
“Sigo oyendo voces de la Generalitat que dicen que cómo sabe el Gobierno que esa suspensión se adopta y lo sabe porque lo dice la Constitución”, afirmó para recalcar que si el Ejecutivo insta a la suspensión de una ley de una comunidad autónoma, la suspende”.
La vicepresidenta del Gobierno confirmó, además, que tras la suspensión automática de la ley no podrán celebrarse actos o publicidad de la convocatoria. “No se puede dictar ni organizar ninguna consulta al amparo de esa ley, ya que el decreto de convocatoria queda suspendido”, afirmó.
A partir de ahí, Sáenz de Santamaría aseguró que la suspensión se mantiene cinco meses y después el Constitucional “tiene que decidir si continúa con la suspensión o la levanta a no ser que haya dictado sentencia”.
Una vez que el Gobierno haya presentado el recurso en el Tribunal Constitucional (TC), esta institución deberá decidir cuando convoca un pleno extraordinario para debatirlo, ya que no hay ninguno ordinario previsto para la próxima semana.
El presidente del TC tiene entre sus atribuciones la convocatoria del pleno, según establece el artículo 15 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
También el Reglamento de la institución recoge, en su artículo 4, que el presidente convocará el pleno por propia iniciativa y cuando lo pidan, al menos, tres magistrados.
La convocatoria del pleno se hará con tres días de antelación, salvo que, a juicio del presidente, «la urgencia del caso no permita cumplir ese plazo«, según la normativa.
A la convocatoria se acompañará el orden del día y los antecedentes que fuesen precisos para la deliberación, salvo que por la índole de los asuntos que se traten no resulte aconsejable.
Además, según el reglamento, el tribunal en pleno quedará válidamente constituido, aunque no hubieren precedido los requisitos de la convocatoria, cuando se hallen reunidos todos los magistrados y así lo acuerden por unanimidad.