El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, afronta con «total tranquilidad» el proceso que se abrirá con la firma por parte del presidente de la Generalitat, Artur Mas, del decreto de convocatoria de la consulta del 9 de noviembre.
Rajoy ha expresado esa tranquilidad en una breve conversación informal con los periodistas que cubren su visita oficial a China y durante un recorrido por la Ciudad Prohibida de Pekín.
Mas prevé firmar el sábado el decreto de convocatoria del 9N, y a partir de ese momento el Gobierno iniciará el proceso para presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional.
El jefe del Ejecutivo ha comentado a los informadores que ya dijo hace un año qué es lo que haría el Gobierno si Mas seguía adelante con su intención de convocar la consulta y que eso es lo que va a hacer.
Unas intenciones que pasan por cumplir y hacer cumplir la ley, por lo que Rajoy entiende que esa consulta no puede celebrarse y él no la va a permitir.
Rajoy cerrará mañana, sábado, su viaje oficial a China con una visita a la Gran Muralla.
Al término de su recorrido por una parte de este emblemático monumento chino, Rajoy emprenderá viaje de regreso a Madrid.
Por tanto, el presidente del Gobierno estará volando a España cuando, según las previsiones, Artur Mas firme el sábado por la mañana el decreto de convocatoria del 9N.
El Gobierno debe decidir entonces cuándo celebrará el Consejo de Ministros extraordinario en el que se deberá aprobar la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional.
Esa reunión estará presidida por Rajoy porque se convocará para cuando él esté ya en Madrid, previsiblemente el domingo o, a más tardar, el lunes.
En caso de que Mas hubiera firmado el decreto antes, la reunión del Consejo se habría celebrado de igual forma presidida por la vicepresidenta, Soraya Saenz de Santamaría.
El posible calendario de la respuesta del Gobierno a la firma del decreto de Mas pasaría por pedir el sábado un informe al Consejo de Estado, que podría reunirse la tarde de ese día.
También podría haber el sábado una reunión previa al Consejo por parte de la comisión de subsecretarios, como se hace de forma habitual antes de cada Consejo de Ministros.
Con el informe del Consejo de Estado, el Gobierno aprobará el recurso y dará instrucciones a la Abogacía del Estado para que lo presente ante el Tribunal Constitucional (TC).
Si el Consejo de Ministros extraordinario se reúne el domingo, ese recurso podría ser presentado en el registro del citado tribunal a partir de las nueve de la mañana del lunes.
La próxima semana no hay prevista ninguna reunión del pleno del TC, pero se puede convocar un pleno extraordinario.
El presidente de esta institución tiene entre sus atribuciones la convocatoria del pleno, según establece el artículo 15 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
También el Reglamento de la institución recoge, en su artículo 4, que el presidente convocará el pleno por propia iniciativa y cuando lo pidan, al menos, tres magistrados.
La convocatoria del pleno se hará con tres días de antelación, salvo que, a juicio del presidente, «la urgencia del caso no permita cumplir ese plazo», según la normativa.
A la convocatoria se acompañará el orden del día y los antecedentes que fuesen precisos para la deliberación, salvo que por la índole de los asuntos que se traten no resulte aconsejable.
Además, según el reglamento, el tribunal en pleno quedará válidamente constituido, aunque no hubieren precedido los requisitos de la convocatoria, cuando se hallen reunidos todos los magistrados y así lo acuerden por unanimidad.