El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afronta una agenda internacional para 2018 que puede llevarle a cruzar hasta cuatro veces el Atlántico para asistir en América a reuniones multilaterales o para realizar visitas oficiales.
Además, en sus previsiones para los próximos doce meses hay al menos seis desplazamientos a Bruselas y varias cumbres bilaterales con los países vecinos, algunas de ellas pendientes desde hace varios años.
Entre los viajes que le obligarán a recorrer una mayor distancia hay ya dos citas con fechas seguras y muy cercanas entre sí en Latinoamérica.
La primera de ellas será el 15 y 16 de noviembre en Antigua (Guatemala) para participar en la XXVI cumbre iberoamericana, en la que también estará presente el Rey.
Rajoy volverá así a esta cumbre después de ausentarse de la que tuvo lugar en Cartagena de Indias (Colombia) en 2016 debido a que coincidió con la sesión de su segunda investidura como presidente.
Pocos días después, el jefe del Ejecutivo tendrá que volver a Latinoamérica con motivo de la cumbre del G20 que se ha convocado en Buenos Aires los días 30 de noviembre y 1 de diciembre.
Fuentes del Gobierno han informado a Efe de que Rajoy tiene previsto un tercer viaje a América Latina, previsiblemente en primavera, para realizar una visita oficial a uno o varios países aún por determinar.
La cuarta ocasión en la que podría viajar a América sería en septiembre para participar en Nueva York en la apertura de la Asamblea General de la ONU.
Rajoy no acude a este evento anual desde 2013, y aunque es una cita no cerrada en su agenda, las fuentes citadas apuntan como muy probable que este año acuda a ella y máxime después de que su hasta ahora jefe de Gabinete, Jorge Moragas, se incorpore en breve al cargo de embajador de España ante las Naciones Unidas.
A ello se suma que España regresa en 2018 al Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras haber recibido en octubre el voto favorable de 180 de los 193 estados miembros de Naciones Unidas.
El destino internacional más repetido de Rajoy este año será Bruselas.
Allí participará en las cuatro reuniones ordinarias ya previstas del Consejo Europeo (22 y 23 de marzo, 28 y 29 de junio, 18 y 19 de octubre y 13 y 14 de diciembre), en otra extraordinaria fijada para el 23 de febrero y en la cumbre de la OTAN que albergará la capital belga el 11 y 12 de julio.
Esa es a priori la próxima ocasión en la que Rajoy coincidirá con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al que volverá a ver en la cumbre del G20 de Buenos Aires.
Cronológicamente, el primer acto previsto en la agenda internacional de Rajoy en 2018 será su participación en la cumbre de países del sur de Europa que se celebrará en Roma el 10 de enero y a la que asistirán, además de él, los jefes de Estado o de Gobierno de Italia, Francia, Portugal, Grecia, Malta y Chipre.
El primer ministro portugués, Antonio Costa, avanzó semanas atrás su intención de convocar en febrero en Lisboa una cumbre sobre interconexiones energéticas a la que asistirán junto a él, Rajoy; el presidente francés, Emmanuel Macron; y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker.
Bulgaria ostenta la presidencia rotatoria de la UE en el primer semestre del año, y en su capital, Sofía, habrá una cumbre UE-Balcanes el 17 de mayo a la que acudirán los líderes europeos.
Igualmente en el terreno comunitario, Viena albergará en septiembre una cumbre sobre seguridad interna de la UE.
A lo largo del año se irán concretando fechas para algunas de las cumbres bilaterales que España mantiene de forma habitual con otros países.
España tiene que ser anfitriona en 2018 de las que celebra con Italia (pendiente desde 2015 pero condicionada por las elecciones generales que celebrará este país el 4 de marzo), Portugal y Polonia (país que albergará este año la cumbre del clima), mientras que Rajoy acudirá a la que ha de convocar Francia.
La que se organizaba junto a Alemania ha derivado en reuniones de Rajoy y Angela Merkel, y la próxima podría concretarse una vez que se despeje la situación en que se encuentra la canciller alemana a la espera de un acuerdo que le permita formar gobierno o, de lo contrario, tener que convocar nuevas elecciones.
Esa situación en Alemania y las elecciones en Italia condicionan otras cumbres internacionales en las que participa España como las que han venido manteniendo últimamente de manera periódica esos tres países y Francia para abordar, entre otras cuestiones, el futuro de la UE.
El Gobierno espera también celebrar dos cumbres bilaterales pendientes desde hace años en Argelia y Túnez, en este último caso sin convocarse desde 2008 debido a la situación en este país tras la «primavera árabe».
Otra cita bilateral sin fecha es la que le corresponde organizar a Marruecos.
Y Rajoy confía viajar en junio a Rusia para asistir a la final del Mundial de fútbol que jugaría la selección española si, tal y como él ha vaticinado, llega a ella para convertirse en la ganadora de ese evento deportivo.