El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido este viernes al nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, que el presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, concrete con «hechos» la oferta de diálogo que lanza a Cataluña con la nueva legislatura.
Lo ha explicado en rueda de prensa la portavoz del Govern, Neus Munté, tras la reunión de dos horas que han mantenido Puigdemont y Millo este viernes en la Generalitat: «Hay muchas apelaciones al diálogo pero necesitamos hechos concretos que acompañen estas palabras».
Munté ha dicho que la reunión ha sido «protocolaria, institucional y con un tono cordial», pero que en ningún caso se ha entrado en negociaciones concretas, algo que la Generalitat espera hacer en las futuras reuniones que prevé celebrar entre el vicepresidente Oriol Junqueras y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y entre Puigdemont y Rajoy –ambas, pendientes de concretar–.
La Generalitat valora la oferta de diálogo del Gobierno central, pero considera que no es suficiente: «De diálogo está bien hablar, pero lo mejor es practicarlo y en estos momentos no podemos acreditar que haya una oferta en firme, sino muchas apelaciones».
«No hay hechos concretos ni propuestas concretas que nos hagan pensar que es un ofrecimiento sincero de sentarnos y ponernos a trabajar», según Munté, que ha recordado que el Ejecutivo catalán entregó al central un dossier con 46 demandas que no se han cumplido.
Entre estas demandas está pactar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y ha recalcado que el Govern no la piensa retirar para facilitar un acercamiento con Rajoy: «Nuestra voluntad es hablar de todo sin límites ni líneas rojas de ningún tipo».
DIFERENCIAS EN «MUCHOS ASPECTOS»
Durante la reunión Puigdemont ha constatado que los puntos de vista son «diferentes en muchos aspectos», ha dicho Munté, pero ha asegurado que esto no ha impedido que el bueno tono haya presidido un encuentro que ha calificado de largo.
El presidente catalán le ha reiterado por qué no acudirá a la conferencia de presidentes autonómicos que prevé convocar Rajoy, y le ha insistido en que la Generalitat demanda una relación «bilateral» con el Estado y no una compartida con las otras autonomías.
Preguntada por si la convocatoria de las comisiones bilaterales Generalitat-Estado que prevé el Estatut satisfarían al Govern, Munté ha considerado que sería «insuficiente» y ha recordado que estas comisiones llevan paralizadas desde hace años.
MILLO ES UN «CAMBIO»
Aunque no se hayan producido avances en las relaciones Generalitat-Estado, Munté ha destacado que la figura de Millo como delegado es un «cambio» respecto a su predecesora en el cargo, Llanos de Luna.
La Generalitat acusa a De Luna de haber «perseguido» a cargos electos locales, ya que llevó ante la justicia a varios ayuntamientos por la aprobación de mociones soberanistas en los plenos locales o por tener colgada la ‘estelada’ en la fachada de los consistorios.