Según han explicado a Europa Press fuentes penitenciarias, el procedimiento fijado para todos los internos es que son éstos los que tienen que aportar nombre y apellidos de la persona que desean que les visite. En el caso de Torra, no constaba este jueves por la tarde que se hubiera cursado oficialmente desde la prisión ninguna solicitud pidiendo su visita.
Fuentes del Govern explicaron a Europa Press este jueves a última hora que el recién investido presidente Torra había pospuesto al próximo lunes su visita a los líderes independentistas Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Joaquim Forn, Carme Forcadell, Dolors Bassa, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Las citadas fuentes de la Generalitat aseguraron que la visita, anunciada inicialmente para este viernes como una de las primeras medidas de Torra tras sustituir a Carles Puigdemont, fue pospuesta en principio para el próximo lunes, 21 de mayo, «por petición del Ministerio del Interior», aludiendo a razones «organizativas y logísticas».
Torra comunicó por carta el miércoles al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, su deseo de ir a las cárceles y le expresó que lo haría una vez tomara posesión del cargo, algo que se produjo este jueves en el Palau de la Generalitat.
Fuentes penitenciarias aseguran, sin embargo, que esas razones se refieren a la normativa en vigor. Aparte de las comunicaciones telefónicas, la legislación permite que los internos disfruten de comunicaciones personales que se realizan en los locutorios del establecimiento penitenciario con aquellos familiares y amigos previamente autorizados.
La normativa, de acuerdo a la información accesible desde la página web de Instituciones Penitenciarias, fija un máximo de cuatro personas por visita, autorizando dos visitas semanales de 20 minutos cada una o bien una única visita a la semana por 40 minutos. «Estas visitas suelen realizarse durante el fin de semana», según el organismo dependiente del Ministerio del Interior.
La legislación penitenciaria reconoce el derecho de los internos a comunicar periódicamente de formal oral y escrita, en su propia lengua, con familiares y amigos o representantes acreditados de organismos e instituciones, salvo en los casos en que la autoridad judicial de la que depende haya decretado prisión incomunicada. Se regulan, por tanto, comunicaciones íntimas, con familiares y amigos, de convivencia o con los abogados.
El pasado jueves día 8 de febrero el presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, visitó a los líderes independentistas presos en las cárceles madrileñas. A su salida se comprometió ante la prensa a «luchar hasta las últimas consecuencias» para que se respeten sus «derechos políticos» y «que puedan estar en casa con sus familias».