«Me alegro de que haya una mujer que sea fiscal general del Estado», ha asegurado hoy el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al ser preguntado por la propuesta del Gobierno para que Consuelo Madrigal sustituya a Eduardo Torres-Dulce, cuya dimisión ha calificado de «cese encubierto».
Sánchez ha centrado su reacción en la dimisión de Torres-Dulce, que en su opinión revela la «desconfianza en la separación de poderes» de un Gobierno volcado además «en apartar a los jueces incómodos» que investigan los casos de corrupción en los que está involucrado el PP.
«Es una mala noticia para la calidad democrática», ha recalcado el líder socialista en el transcurso de su intervención en un foro organizado hoy en Palma por la Cadena Ser.
Casos como el de Torres-Dulce y el del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ponen de relieve la necesidad de limitar la capacidad de los partidos políticos para intervenir en la designación de quienes dirigen instituciones constitucionales y reguladoras, ha declarado Sánchez.
«Tenemos que abordar la reforma que descolonice de presencia de partidos políticos organismos que son fundamentales para garantizar la calidad democrática de nuestro país», ha agregado.