El secretario general de »Podemos» hace diez años estaba a punto de licenciarse con premio extraordinario en Ciencias Políticas. Era marzo de 2004, fueron unos días convulsos. Todo español recuerda lo que hizo durante esos tres días que pasan desde los atentados del 11-M hasta las elecciones del domingo 14.
Este domingo el programa »Otra Vuelta de Tuerka» que dirige Pablo Iglesias preguntó a Iñaki Gabilondo por aquellos días. Es un programa en que el se intercambian los papeles, Iñaki era el entrevistado y Pablo el entrevistador. En este caso Gabilondo se encontraba explicando cómo vivió aquellos días y decía: «En aquellos días se mostró lo mejor del país y lo peor, fueron días de mucha tensión».
Muy interesante lo que ambos dijeron. Concretamente en mitad de la entrevista (En el minuto 28 y 20 segundos), Pablo Iglesias interrumpe al periodista y se confiesa: «¿Te puedo contar un secreto? El famoso sms de Aznar de rositas y Urdaci trabajando se gestó en mi facultad.». Es el SMS que se reprodujo en cadena y que llevó a miles de personas a la calle Génova aquel 13 de marzo para pedir que el Gobierno dijera la verdad sobre la autoría de los atentados.
El SMS literal era el siguiente: «¿Aznar de rositas? ¿Lo llaman jornada de reflexión y Urdaci trabajando? Hoy 13M, a las 18h. Sede PP, C/ Génova 13. Sin partidos. Silencio por la verdad. ¡Pásalo!«
No habla en primera persona pero más tarde deja entrever que participó en su elaboración. «Un grupo de gente pensando la manera que había que ponerlo para que cupiera en los caracteres para que generara ese efecto de flashmob para que se pudiera reproducir.», explica Iglesias.
Y después valora la repercusión tan rápida y como vivió aquella jornada del 13 de marzo. «Nos sorprendió la repercusión. Cada persona tiene que dar credibilidad de la persona que se lo ha mandado, y se lo reenvía a sus contactos.».
Por último, el actual secretario general de Podemos reconoce que fue a la manifestación como militante que era: «Yo estuve en esa concentración, los que fuimos éramos militantes, teníamos experiencia, pensábamos que la Policía iba a cargar y a repartir palos, y que íbamos a ser cuatro gatos. Nos sorprendió dos cosas, por un lado la cantidad de gente y por otro la actitud de la Policía. Era completamente distinto a lo que habíamos visto en otros sitios, como por ejemplo en las manifestaciones de la Guerra. La Policía estaba calmada y nos decía tienen razón. Eso era impresionante».