Los países occidentales deberían decidir si aceptan que Irán mantenga su armamento nuclear u optan por una ofensiva militar para desmantelar sus instalaciones nucleares, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).
En su informe anual sobre asuntos que preocupan en todo el mundo, el instituto considera que Occidente está llegando a un punto en el que tiene que adoptar decisiones sobre Irán y su programa nuclear.
El documento dice que 2014 podría ser lo que llama «el año del juicio final» para Teherán si continúa con su programa nuclear desafiando a la opinión internacional.
«El creciente consenso apunta a que 2014 bien podría ser el año del juicio final, asumiendo que Irán continúe almacenando uranio enriquecido y haga avances en otras áreas», advierte ese documento.
Irán ya ha acumulado suficiente uranio enriquecido con el que fabricar hasta seis bombas, recuerda la organización.
Mientras que Israel ha aceptado hasta la fecha la advertencia de EEUU de que un ataque militar prematuro contra Irán sería contraproducente, el IISS opina en su informe que podría estar agotándose el tiempo para llegar a una solución diplomática.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos también indica que es posible que las sanciones sobre Irán pudieran resultar en una «desaceleración demostrable» en el programa nuclear de ese país, relajando la presión internacional.
También se contempla la posibilidad de que el nuevo presidente iraní, Hasan Rohani, pueda adoptar una postura negociadora.
«Pero es igualmente posible que la opción binaria entre una ofensiva militar y la aceptación de un Irán nuclear tendrá que ser enfrentada», señala el Instituto.
Sobre otros asuntos, se advierte además del creciente peligro de que estalle un conflicto nuclear entre India y Pakistán.
En este sentido, el IISS previene sobre el «alto riesgo» de que se produzca una nueva crisis entre esos países, si grupos terroristas que tienen sus centros de operaciones en Pakistán perpetran nuevos ataques en la frontera con la India.
Entonces, el Gobierno indio podría contraatacar desplegando tropas en Pakistán; mientras que los paquistaníes, con sus fuerzas militares convencionales significativamente más débiles, podrían contraatacar con armas nucleares, según el análisis del instituto.