La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, rechazaron hoy comparar el referéndum convocado por el Parlamento de Crimea para incorporar esta autonomía ucraniana a Rusia con la consulta escocesa.
«El referéndum escocés se celebrará tras la autorización y la concertación con el Gobierno y el Parlamento británico. En este caso se hará tras una decisión unilateral de un Parlamento local que no ha consultado al Ejecutivo central en Kiev», señaló Merkel en la rueda de prensa posterior a la cumbre europea.
«En un proceso como el que hemos visto -en Escocia o respectivamente en el Reino Unido, donde se ha fijado de acuerdo mutuo un referéndum-, no tengo nada en contra (de una consulta) pero esto es otra cosa», agregó.
El referéndum escocés se celebrará el 18 de septiembre después de largas conversaciones entre las fuerzas políticas de ambas partes y el de Crimea el 16 de marzo y sin discusión alguna con Kiev, recordó la canciller alemana.
Mientras los líderes de la Unión Europea (UE) estaban reunidos en Bruselas para abordar la crisis ucraniana, el Parlamento de Crimea aprobó la incorporación de esta autonomía ucraniana a Rusia y convocó un referéndum para ratificar esa decisión.
Al igual que con la consulta de Escocia, Merkel rechazó comparar el caso de Crimea con la independencia de Kosovo.
«Al caso de Kosovo le precedió un largo proceso internacional en el que se analizaron una y otra vez las más diferentes opciones de negociación», subrayó la canciller alemana.
«En este caso se trata de un referéndum sin ninguna consulta con el Gobierno central de Kiev y de un referéndum que se ha convocado sobre una base (legal y constitucional) que ni siquiera existe», recalcó Merkel.
«La pretensión del Parlamento y el Gobierno proruso de Crimea de conseguir en diez días una base de opinión (en la población afectada) sobre el referéndum no tiene en mi opinión absolutamente nada que ver con una preparación razonable de unas elecciones o de una consulta», indicó.
Además, añadió, si son ciertas las informaciones que afirman que Crimea ha calificado a las tropas ucranianas de «ocupantes» y que se tendrían que convertir en ciudadanos rusos o abandonar la república autónoma ucraniana, «significaría anticiparse al posible resultado de lo que llaman referéndum».
«Que ello es contrario a todas las concepciones democráticas está claro», señaló.
También Cameron calificó la decisión del Parlamento de Crimea de un «paso importante en la dirección equivocada».
«El Gobierno de Ucrania ha dejado claro que un referéndum sería ilegal y hoy los líderes europeos han respaldado su posición», recalcó Cameron, quien recordó que en el caso escocés les ha transmitido claramente a las autoridades que la consulta debe ser «decisiva, justa y sobre todo legal».
«Por eso tomamos acciones en el Parlamento británico para asegurar que el referéndum tendría unas bases legales equilibradas, y esta es la manera correcta de proceder, y no es así cómo están pasando las cosas en Crimea», destacó.
«Por eso es tan importante que el Gobierno ucraniano haya dejado claro que es un acto ilegal y hemos tenido que respaldarlo en nuestras conclusiones», dijo.