El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó hoy el cierre durante las próximas 72 horas de las comunicaciones del país petrolero con las islas caribeñas de Aruba, Curazao y Bonaire para poner en marcha un operativo que acabe con los contrabandistas «que le dañan la economía a Venezuela».
«He ordenado la inmediata toma de todos los puertos y aeropuertos por donde nos comunicamos y se hace labor de intercambio comercial y de pasajeros con Aruba, Curazao y Bonaire», dijo Maduro al término de un consejo de Gobierno, entre aplausos de sus ministros.
«Así que anuncio, que a partir del día de hoy, y durante 72 horas, se cierran todas las comunicaciones por aire y mar con Aruba, Curazao y Bonaire para establecer una reestructuración y una defensa de los intereses económicos de Venezuela», agregó.
Maduro se quejó de que las autoridades de estas islas -que forman parte de Holanda- no hayan respondido a las repetidas advertencias de Caracas, y las emplazó a que «tomen medidas que hemos exigido durante más de dos año».
«Se llevan el oro del país de manera ilegal y lo legalizan allá. Se llevan el coltán, se llevan los diamantes, se llevan todos los productos alimenticios», dijo el jefe de la Revolución Bolivariana sobre las «mafias», a las que responsabilizó también de los robos de cobre a los que el chavismo atribuye los constantes apagones en Venezuela.
Maduro aseguró que su Gobierno ofrecerá garantías para que puedan regresar a sus países a los venezolanos y a los habitantes de la isla que se encuentran de visita en el país caribeño o en las citadas islas, y pidió a sus ministros empezar «conversaciones» con las autoridades de los tres territorios para restablecer un «comercio sano».
Estas tres islas se encuentran a pocos kilómetros de la costa del estado Falcón del occidente venezolano.
Además del contrabando de productos a Colombia, las islas cercanas y otros territorios vecinos, el chavismo gobernante culpa de la grave crisis económica y social que atraviesa Venezuela a la «guerra económica» que estarían librando contra el país Estados Unidos, la oposición y los comerciantes «especuladores» dentro del país.