El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, considera que el Reino Unido tiene «un sentido democrático más profundo que España» y que por eso ha aceptado un referéndum de independencia en Escocia, a diferencia de lo que ocurre con Cataluña.
«España es una democracia, esto no hay que dudarlo. Pero no tiene el mismo poso que la democracia británica. Ésa es la realidad», señaló en una entrevista al canal de televisión «Euronews» divulgada hoy, en la que califica de «delirante» una comparación entre el caso catalán y el de Crimea.
En la entrevista, grabada el viernes pasado, antes del dictamen ayer del Tribunal Constitucional que anula la declaración de soberanía del Parlamento catalán, Mas indicó que «mientras al primer ministro británico (David Cameron) nunca se le pasó por la cabeza negar que Escocia fuera una nación, en España se niega que Cataluña» lo sea.
Algo que, a su juicio, «atenta no sólo contra la Historia (…) sino también contra la voluntad mayoritaria presente de los ciudadanos catalanes».
La referencia a Crimea tiene lugar por las declaraciones del ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que el 17 de marzo afirmó que hay «paralelismo» entre la consulta catalana y el referendo organizado en esa república autónoma ucraniana, considerado «ilegal» por violar la Constitución ucraniana y la legalidad internacional.
«No tiene nada que ver: En Crimea no había un Gobierno elegido a través de unas elecciones para hacer un referéndum. En Cataluña sí. En Crimea no hay ausencia de coacción. Y en Cataluña no hay coacción de ningún tipo (…), hay pacifismo total».
Y respecto al uso que hacen los rusos de la comparación con Cataluña, estimó que «forma parte del guión porque necesitan todas las justificaciones» y «se acogerán a un clavo ardiendo».
El presidente catalán puso también en duda el diagnóstico del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de que una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea.
En el Tratado de Lisboa «no se prevé un caso así. (…) Dicen eso pero no dicen qué precedentes porque no los hay», argumentó antes de afirmar que «los derechos de ciudadanía asumidos desde hace muchos años por parte de los ciudadanos escoceses o los catalanes (…) no se pueden anular o sacar de la noche a la mañana».
Además, hizo notar que tampoco se precisa en qué condiciones volverían a entrar, teniendo en cuenta que los dos territorios «ya están dentro y lo cumplen todo», y Cataluña es contribuyente neta al presupuesto comunitario y los catalanes «se quieren quedar».
A otra cuestión sobre la viabilidad de una Cataluña independiente y sobre la posición del empresariado, el líder nacionalista comentó que «hay de todo, como en la viña del Señor», y admitió que «cuantos más intereses tienes en el conjunto de España, más problemático ves un proceso así».
Pero hizo hincapié en que el proceso independentista «no puede dar miedo a nadie», aunque «desde determinados altavoces de Madrid no paran con la campaña del miedo» que «lo único que pretende es que esa mayoría a favor de la consulta se vaya dividiendo y resquebrajando».