El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, encarcelado desde el pasado 16 de octubre por un presunto delito de sedición, será el número dos de la candidatura de Junts per Catalunya, que encabezará Carles Puigdemont, según han confirmado a Efe fuentes conocedoras de los contactos para confeccionar la lista.
Sánchez era uno de los nombres que el expresidente de la Generalitat deseaba, desde hace días, poder incorporar a su lista, en la que tendrán un notable protagonismo los perfiles independientes, a costa de que pierda peso el PDeCAT.
En los meses previos al 1 de octubre, Sánchez había participado muy directamente en los preparativos del referéndum impulsado por el Govern de Carles Puigdemont, como miembro del selecto núcleo duro que se encargó de planificar la estrategia soberanista.
Ante la cita del 21D, la ANC apostó hasta el último momento por configurar una lista unitaria soberanista, como quería Puigdemont, que al constatar que no era posible la candidatura única ha optado por liderar una propia, bajo la marca Junts per Catalunya, avalada por el PDeCAT aunque integrada por perfiles transversales.
Ayer, el consell nacional del PDeCAT dio carta blanca a Puigdemont para que confeccione la lista que considere más adecuada para las elecciones del 21 de diciembre, antes de que mañana finalice el plazo para presentar las candidaturas.
En los últimos días, según las fuentes consultadas, Puigdemont ha estado pilotando desde Bruselas las gestiones para coser la lista de Junts per Catalunya, con el apoyo de personas de su máxima confianza durante su mandato al frente del Govern, como la entonces directora general de Coordinación Interdepartamental, Elsa Artadi, o el director de la Oficina del Presidente, Josep Rius.
En contraste con la decisión de Sánchez, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, también encarcelado desde el 16 de octubre, ha roto su silencio con una carta en la que justifica su negativa a formar parte de alguna de las listas independentistas que concurren a las elecciones del 21 de diciembre.
Desde la cárcel de Soto del Real, Cuixart ha reclamado una gran victoria del soberanismo en las elecciones y ha argumentado que su cargo en la entidad, que debe ser «transversal», es «incompatible» con estar en una lista electoral.