En su primera entrevista tras permanecer dos meses apartado de la vida pública, el líder de la formación morada ha dicho estar «satisfecho» de que «algunas cosas cambien» y el PSOE haya rectificado su postura, un hecho al que ha contribuido su partido, según ha ironizado: «Hasta que no tiene que llegar a acuerdos con nosotros no se atrevía a hacer ciertas cosas».
En cualquier caso, ha aplaudido ese cambio de postura porque, según ha señalado, «en una democracia es una anomalía tener una tumba de Estado a un dictador». En este sentido, el líder de Podemos ha admitido que le gustaría en un futuro poder enseñar a sus hijos que el Valle de los Caídos «fue un monumento al fascismo».
No obstante, ha reclamado a Sánchez que «a partir de ahí» se hable de «políticas de memoria». «A Sánchez le gustó el Museo de la Memoria en Chile. Está bien que avancemos en políticas pero no para hablar de museos, sino de tutela judicial efectiva. Hay que quitar medallas a torturadores. Eso son políticas de memoria para mirar al futuro», ha defendido en declaraciones a Telecinco recogidas por Europa Press.
En esta misma línea, ha cargado contra los líderes de PP y Ciudadanos por haberse erigido como defensores del dictador. «Que Fraga defendiera a Franco es normal porque era su ministro, pero que Pablo Casado y Rivera se peleen para ver quién defiende más a Franco es una mala noticia para nuestro país», ha subrayado.