El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, insistió este martes en que la coalición no va a disolverse “por la puerta de atrás” y que sus concejales en Madrid pueden ser “claves” para evitar que Esperanza Aguirre sea alcaldesa de la capital, por lo que pidió el voto de la izquierda sin “despistes”.
Lara protagonizó un emotivo acto en Vallecas junto al candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Luis García Montero, y la candidata a la Alcaldía de la capital, Raquel López, el día después de que varios dirigentes y cargos públicos de IU firmaran un manifiesto en el que piden el voto para la candidatura de Ahora Madrid, encabezada por Manuela Carmena.
“Hay que votar a Izquierda Unida porque es nuestra organización”, dijo Lara. “Quién nos iba a decir que íbamos a tener que reivindicar en una campaña electoral que hay que votar a Izquierda Unida”, añadió. Si algún día se decide “que nos tenemos que refundar, tendremos que discutirlo democráticamente y se hará lo que diga democráticamente la organización, pero no nos vamos a disolver por la puerta de atrás”.
Lara insistió en que la unidad popular “se construye sobre la identidad de cada cual”. “De absorciones, nada. De entendimiento, todo lo que haga falta”. Nadie ganará a Izquierda Unida en voluntad de suma, aseguró, pero “con respeto”.
Se dirigió expresamente a los indecisos para preguntarles si quieren ser responsables de que Esperanza Aguirre pueda ser alcaldesa, porque los concejales de IU pueden ser “clave” para impedirlo, pero para ello tienen que estar ahí, lo que implica haber superado el 5% de voto. “Raquel”, dijo, dirigiéndose a la candidata, “vamos a pelear hasta el último momento”.
Lara había empezado su intervención dirigiéndose a quienes son “nuestro presidente” y “nuestra alcaldesa” a la espera de lo que decidan los madrileños. “Nuestros son, sin ningún género de dudas”, reiteró. Reconoció que ha habido “problemas” internos, pero dejó claro que, frente al objetivo “central” de desalojar al PP del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, todos los demás objetivos son “secundarios”.
Aseguró que entre los españoles ahora hay “demasiado miedo”, a perder el empleo, a no encontrarlo, a ser desahuciado, a no poder pagar los medicamentos, a reivindicar los derechos laborales en las empresas, a protestar aunque se pierdan esos derechos, y el objetivo de IU es “acabar con quienes nos han generado tantos miedos”.
Reivindicó además que es “tiempo de izquierdas, y no de bandas organizadas para trincar” o partidos que son meras “franquicias de la corrupción” y que han gobernado para beneficiar a unas clases sociales en detrimento de los trabajadores.
Después de que José María Aznar entrara en campaña asegurando que el PP no tiene nada de qué avergonzarse, se preguntó si acaso el ex presidente no se avergüenza de la foto de las Azores, de la guerra en Iraq, de tener un sueldo público vitalicio y otro de una gran empresa, de los ex tesoreros del PP, de 18 años de financiación presuntamente ilegal. No se avergüenza, subrayó, porque para avergonzarse “hay que tener vergüenza”. Aznar, sentenció, tendría que acabar ante la justicia internacional.
«VESTIRNOS DE LAGARTERANA»
Lara se remitió a los principios de quienes murieron por la libertad, por la democracia o por la república frente a quienes tienen “los principios de Groucho Marx: si no le gustan, tengo otros”. Por ello, concluyó, “no vamos a vestirnos de lagarterana para ver si enganchamos algún voto de la derecha que esté despistado”.
Luis García Montero se comprometió a devolver el corazón a las instituciones de Madrid, lo cual implica “expulsar” al PP, porque cuando gana se cree con derecho no solo a gobernar sino a “apoderarse” de esas instituciones y utilizarlas a su servicio.
Aseguró que IU no pretende solo recoger la indignación, sino cambiar el modelo que provocó la crisis y que provocará la siguiente, y se mostró partidario de dialogar con otras sensibilidades de izquierda para lograr ese objetivo. Pero una cosa es dialogar, dijo, y otra “pedirle a nadie la liquidación”.
García Montero hizo un relato de la situación de muchas personas y familias que no llegan a fin de mes, que no tienen para pagar los servicios básicos, que viven solas sin ayuda, que temen por el futuro de sus hijos, y sentenció que esos son “los problemas de Izquierda Unida”, no otros. “Lo que os pedimos es que nos ayudéis con vuestro voto a resolver esos problemas, porque no tenemos derecho a crear más problemas de los que ya tiene la gente”.
En la misma línea, Raquel López sentenció que IU es “el único dique de contención para que Aguirre no sea alcaldesa”, y que si no supera el umbral legal del 5% del voto para obtener representación en el Ayuntamiento sus votos irán a la lista más votada, dando por hecho que será la del PP.
López denunció una “operación para hacer desaparecer a la única izquierda transformadora que hoy por hoy existe”. Hace dos años, cuando IU tenía una expectativa electoral del 20% y se perfilaba como fuerza fundamental de cambio algunos desde medios privados “se inventan un producto televisivo” para combatir a quienes llevaban años defendiendo a los trabajadores.
En vez de estar en las manifestaciones, criticó, “le regalan vídeos al Rey para hacer la gracia”. “No nos hizo gracia”, dijo, dirigiéndose expresamente a Podemos y a la candidata de Ahora Madrid, Manuela Carmena, para concluir que quienes restan importancia a la ideología es que quieren “hacer política contra nosotros”.