La consellera de la Presidencia, Neus Munté, ha advertido hoy que «la obstrucción» y las «trabas» que la diplomacia española puso ante el viaje que tenía previsto realizar a Marruecos el presidente catalán, Carles Puigdemont, «a quien más han perjudicado es a las empresas».
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, suspendió el pasado día 28 de abril la misión comercial conjunta que tenía previsto realizar con el ministro-presidente de Flandes, Geert Bourgeois, del 7 al 9 de mayo en Marruecos, al ser informados de que no podrían ser recibidos por las autoridades marroquíes, algo que el gobierno catalán atribuye a las «presiones diplomáticas españolas».
Según ha indicado hoy la consellera Neus Munté en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern «esta obstrucción es una mala jugada, no estrictamente contra el Govern, sino contra las empresas, porque se trataba de una misión esencialmente comercial, largamente esperada por empresarios, con la cual se pretendía reforzar los vínculos comerciales».
El gobierno catalán considera que las supuestas «presiones» del Gobierno español son «una forma indigna de poner trabas», y Munté ha puntualizado que «no se trataba en ningún caso de un viaje que comportara pronunciar conferencias de tipo político ni tampoco para explicar el proceso soberanista».
«Son decisiones muy desafortunadas, pero estas dificultades no frenarán la voluntad de Cataluña de seguir trabajando en este tipo de misiones», ha apuntado antes de recalar que la Generalitat hará llegar al Gobierno su «queja e indignación por el fondo y por la forma en que se ha producido» la intervención de la diplomacia española para «boicotear» el viaje de Puigdemont.