El texto, recogido por Europa Press, señala que la Generalitat sacó a subasta el 9 de mayo 47 inmuebles de herencias intestadas, todos en Cataluña a excepción de un piso de Vinarós (Castellón), entre los que figuran edificios enteros, 26 viviendas y ocho solares de los que el Gobierno catalán prevé obtener 4,9 millones de euros cuando acabe el concurso, el 15 de junio.
Teniendo en cuenta que el conjunto de vivienda pública en Cataluña supone el 1,3 por ciento del total, lejos del 5 por ciento del Plan Territorial Sectorial de Vivienda y de los porcentajes de otros territorios europeos, los ‘comuns’ piden paralizar el proceso de subasta y ceder los dos edificios –en Barcelona y Gerona–, así como los ocho solares, a ayuntamientos o entidades sociales que los destinen a alquiler social.
Asimismo, quieren que los recursos que se deriven de la venta del resto de propiedades se dediquen a aumentar el presupuesto de vivienda de la Generalitat.
Paralelamente, los comunes preguntan a la Generalitat cuántas herencias intestadas ha recibido en los últimos tres años, cuántas corresponden a inmuebles y si se han subastado algunos desde septiembre de 2016, cuando se llegó a un acuerdo con el Tercer Sector por el que las fincas heredadas se destinarían al sector social rehabilitándolas, si fuera necesario, la misma Administración catalana.