El Gobierno ha condenado hoy «con la máxima firmeza» los últimos atentados en Damasco, que han causado más de cien muertes desde el fin de semana, y ha reafirmado la necesidad de alcanzar «lo antes posible» una solución negociada al conflicto de Siria bajo la mediación de Naciones Unidas.
En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, se ha referido al atentado del 11 de marzo perpetrado en el cementerio de la ciudad (74 fallecidos) y el de hoy contra el palacio de Justicia y un restaurante del barrio de Rabueh, hechos que han provocado más de una treintena de muertos y numerosos heridos.
El Ejecutivo expresa sus hondas condolencias a las familias y allegados de los fallecidos y desea a los heridos una recuperación pronta y completa.
Reafirma la necesidad de «alcanzar lo antes posible una solución negociada al conflicto sirio «mediante una transición política» y bajo la mediación de Naciones Unidas al ser la «única vía para alcanzar una paz duradera, poner fin al sufrimiento de la población y luchar eficazmente contra el terrorismo».