El presidente del Senado español, Pío García-Escudero, defendió hoy en un discurso en Buenos Aires el modelo territorial de España, «uno de los países con mayor grado de descentralización política del mundo», afirmó.
García-Escudero, de visita en Argentina para avanzar en los acuerdos parlamentarios entre ambas naciones, sostuvo que el actual modelo español «comparte muchos rasgos con otros sistemas etiquetados como federales», y que lo único que impide avanzar en este sentido es la falta de «cooperación» entre territorios y Estado.
«Lo que más puede separar el caso español de ese hipotético modelo federal no es que su nivel de descentralización política sea insuficiente, sino la insuficiente cooperación» entre comunidades autónomas y el Gobierno central, dijo en el acto, celebrado en el Centro Argentino para las Relaciones Internacionales.
España es «un caso típico de federalismo, no por agregación de entidades políticas preexistentes, sino de descentralización», insistió el presidente del Senado, que opinó que precisamente por ese motivo en las primeras décadas del modelo «ha predominado una dinámica centrífuga más que cooperativa».
García-Escudero añadió que resulta «esencial», para el «buen funcionamiento» de un Estado de naturaleza compuesta «eso que los alemanes llaman lealtad federal».
Otro de los temas que abordó el representante español es la «cuestión pendiente» de la reforma del Senado, aunque aseguró que si aún no ha sido llevada a cabo es por la «falta de interés o de voluntad de quienes siempre han estado más pendientes de acentuar las diferencias que de integrarlas de modo satisfactorio para todos».
A lo largo de su alocución, García-Escudero alabó el proceso de la transición a la democracia en España, aunque se lamentó de que, «pese al largo camino recorrido, pese al enorme salto que hemos dado», las fuerzas nacionalistas «aún no han salido de su inamovible estado de insatisfacción».
Asimismo, afirmó que en el tiempo transcurrido desde el fin de la dictadura España pasó «con relativa rapidez y de forma mínimamente traumática» a ser «un sistema de democracia liberal perfectamente homologable con los más avanzados del mundo».
Además, tras reivindicar los valores que impulsaron aquel momento, aseveró que las claves del «éxito» fueron una amplia base social que «deseaba una convivencia democrática» y que «los políticos de entonces entendieron que su mandato era ponerse de acuerdo».
El Estado de las autonomías «ha hecho su camino al andar», dijo el presidente de la Cámara Alta de España, y sirvió durante años para «conjugar las exigencias contradictorias» de las distintas fuerzas políticas, entre las que incluyó, «por supuesto, las de los sectores nacionalistas catalán y vasco».
Las comunidades autónomas ejercen «un papel fundamental en la defensa de sus respectivas identidades históricas y culturales», una pluralidad que, según García-Escudero «se concilia perfectamente con la común identidad nacional española y, además, la engrandece».
Por último, aseveró que el modelo autonómico «ha desempeñado un papel muy relevante para el progreso político, económico y social que nuestro país ha experimentado en las últimas décadas».
Entre los encuentros del presidente del Senado en su visita a Argentina, destacó el que mantuvo con el titular de la Cámara de Diputados del país austral, Emilio Monzó, para preparar un foro parlamentario con las cuatro cámaras de ambas naciones, que se espera que tenga lugar, según dijo el propio García-Escudero a Efe, en Madrid en la primera mitad de 2018.
El foro parlamentario es uno de los compromisos alcanzados por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y su homólogo argentino, Mauricio Macri, durante la visita de este último a la capital española el pasado febrero.