Ahern, en la Conferencia Internacional para avanzar en la resolución del conflicto en el País Vasco celebrada este viernes en la localidad francesa de Kanbo, ha felicitado al pueblo vasco por «lo logrado desde 2011» y también a ETA «por su declaración y por haber puesto punto final a este conflicto y haber perdido perdón y haber reconocido a las víctimas».
El exprimer ministro irlandés ha reconocido que «construir la paz no es un trabajo fácil, es muy complicado» y conlleva «dificultades y riesgos». De este modo, ha puesto en valor que algunas personas han asumido «muchos riesgos» y ha destacado que «lo más importante es el cambio de actitud» que ha habido en el País Vasco. «Las actitudes han cambiado, hemos visto una evolución espectacular hacia la paz y la reconciliación para que las generaciones futuras puedan vivir en paz», ha subrayado.
Ahern ha confiado en que estos «esfuerzos» tengan también una respuesta por parte del Gobierno español. También ha recordado que las decisiones que adoptó en Irlanda «sobre reconciliación o a favor de los presos políticos» fueron muy criticadas, pero supusieron «cambios positivos» que facilitaron «la reconciliación».
Finalmente, ha esperado que en «este magnífico territorio, en esta tierra tan bonita, las generaciones venideras puedan vivir bien» y ha aplaudido que la generación actual ha tomado «decisiones con valentía» para que sea así.