Así se ha pronunciado Becerril en declaraciones a los periodistas en Congreso, donde ha acudido a entregar el premio de la institución del Pueblo que ha recaído en Caritas.
«A mí me parece que el himno debe ser respetado por todo el mundo a unas personas les puede gustar más o no, pero es un símbolo de la Nación y debe ser respetado por todos aquí y en cualquier país del mundo», ha comentado Becerril.
Desde su punto de vista, el respeto a esta simbología es «fundamental» y fomentar «pitadas o gritos» implica «rasgos de odio, antipatía e irascibilidad que se deben procurar rechazar».