El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, repasó hoy con su colega Libio, Mohamad Taha Siala, la situación de inestabilidad y guerra que desde 2011 padece el país norteafricano.
Durante el encuentro, que se celebró al margen de la reunión que el Grupo 5+5 por el Mediterráneo celebró en Argel, ambos responsables dialogaron, asimismo, sobre los progresos del plan de paz lanzado a finales de septiembre pasado por el actual enviado especial de la ONU para Libia, el libanés Ghassam Saleme.
Saleme promueve un acercamiento entre las partes en conflicto y la enmienda del Acuerdo de Reconciliación que la propia ONU forzó en diciembre de 2015 y que solo sirvió para profundizar aún más la división.
El objetivo del enviado de la ONU es lograr un clima de calma, seguridad y entendimiento colectivo que permita la celebración de elecciones a finales de este mismo año o principios del próximo, una meta que España apoya sin fisuras, explicaron a Efe fuentes diplomáticas.
Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera militarmente a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de Muamar el Gadafi.
En la actualidad, dos autoridades luchan por el poder: una en Trípoli sostenida por la ONU y otra en la ciudad oriental de Tobruk bajo control del mariscal Jalifa Hafter, un antiguo general gadafista reclutado por la CIA en la década de los ochenta que se ha convertido en el hombre fuerte del país.
Del conflicto se aprovechan grupos de contrabandistas dedicados al tráfico de armas, combustible y personas, y grupos yihadistas, que se han extendido por todo el territorio.