En la propuesta de resolución a la que ha tenido acceso Europa Press, señalan que las instituciones públicas tienen el deber de mantener «estrictamente» la neutralidad política en sus actuaciones y que deben guiarse por la búsqueda del interés general de toda la ciudadanía.
Inciden en que hay resoluciones de Tribunal Constitucional que subrayan que las instituciones públicas, a diferencia de los ciudadanos, «no gozan del derecho fundamental de la libertad de expresión».
Por lo tanto, defienden que, cuando existe una colisión de derechos, «el derecho que prevalece en la institución pública es el de neutralidad».
Recuerdan el capítulo del pleno del Parlament del viernes cuando «un diputado de JxCat utilizó la bancada reservada para los miembros del Govern para incorporar un símbolo partidista no identificable con símbolos estatutarios y constitucionales»: un lazo amarillo.
El portavoz de Cs en la cámara, Carlos Carrizosa, retiró el lazo, el presidente de la Cámara, Roger Torrent, le instó a devolverlo a su sitio y como Carrizosa se negó, Torrent suspendió el pleno.
RESPONABILIDAD DE TORRENT
En la propuesta de resolución, Cs recuerda que el Reglamento del Parlament concreta que el presidente es la persona que ostenta la representación de la cámara y es el responsable de «garantizar el íntegro y absoluto cumplimiento del ordenamiento jurídico en el hemiciclo» y evitar el uso partidista de la institución.
Consideran que Torrent omitió este deber, permitiendo la «ocupación de la bancada con símbolos de clara vocación partidista y apoyando una determinada causa que no puede ser tenida como general».
Afirman que el lazo amarillo «compromete y vulnera el principio de objetividad y neutralidad política» que debe regir en una institución como el Parlament y afirman que el presidente ha hecho un uso partidista de la Cámara.
Aseguran que existe una «clara división y fractura social» escenificada en casos como la disputa que tuvo lugar en la playa de Canet de Mar (Barcelona) cuando un grupo de personas colocó cruces amarillas y otro grupo las retiró.
Por eso, han pedido la neutralidad institucional del espacio público «impidiendo que sea patrimonializado por quienes quieren excluir de él a quienes piensan diferente», respetar la neutralidad institucional en las actuaciones del Parlament y no permitir actos que busquen el uso partidista de la Cámara.
También han pedido un informe a los letrados del Parlament para conocer su opinión sobre la «exhibición en el hemiciclo de símbolos partidistas», que la Mesa de la Cámara ha rechazado solicitar este martes, tras el compromiso de Torrent de presentar una propuesta de consenso a los grupos sobre el uso de simbología en el hemiciclo.
Tras la reunión del órgano rector de la cámara, en rueda de prensa, Carrizosa ha argumentado que se trata de un uso de los escaños del Parlament «para hacer promoción de mensajes políticos».
Ha llamado a los grupos a plantearse si quieren convertir el hemiciclo en una exhibición de símbolos partidistas: «A ver quién tiene más simbolitos para poner en los escaños», y se ha comprometido a abordar los límites, porque hay quien lleva camisetas reivindicativas y no pretenden llegar a un extremo de absoluta prohibición.