Durante su comparecencia ante la comisión que investiga las cuentas del PP, han sido varios los portavoces que han interrogado a Cospedal sobre ese finiquito a Bárcenas y sobre el hecho de que conservara despacho, coche y secretaria en Génova después de su salida de la Tesorería.
«Se pactó con esta persona, con Bárcenas, que iba a poder tener sus cajas en una sala del edificio del partido, que iba a poder disponer de un coche en momentos oportunos en los que le fuera absolutamente imprescindible», ha explicado al diputado de Bildu, Oskar Matute.
Matute también le ha preguntado quién pagaba a la secretaria de Bárcenas una vez rota su relación laboral con el PP, a lo que ella ha puntualizado que esta persona «ya no era su secretaria» personal, sino que lo era del partido y que desconoce si Bárcenas hablaba o no con ella.
NO SE SABÍA LO QUE SE SUPO DESPUÉS
Ha sido justo después cuando Cospedal ha admitido que todas esas «prebendas», como las ha denominado Matute, fueron «un error». «Sabiendo lo que se ha sabido después fue un error», ha dicho la secretaria general del PP, incidiendo en que hubo «cosas que se supieron con posterioridad» a aquel pacto con Bárcenas.
«Si todos actuáramos sabiendo lo que sabemos hoy, todos actuaríamos de forma distinta en nuestras vidas, pero lo que no sabemos se conoció con posterioridad», ha apostillado, recalcando eso sí, que los tribunales han dejado claro «por tres veces» los 21.000 euros mensuales que cobró Bárcenas durante casi dos años eran en concepto de «indemnización» y que entonces, desde su punto de vista, aún no se sabía que tenía cantidades millonarias en Suiza.
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