El Consejo de Seguridad de Turquía (MGK), un organismo compuesto por el presidente del país, varios ministros y los máximos cargos de la cúpula militar, ha recomendado hoy iniciar una operación militar en el enclave kurdo de Afrin, situado en el extremo noroeste de Siria.
En un comunicado citado por la agencia semipública Anadolu, el MGK recuerda que «elementos de las Fuerzas Armadas turcas han llevado a cabo con éxito una ‘misión de observación’ en la zona de reducción de tensión de Idlib», una provincia siria noroccidental en la que el Ejército turco desplegó unidades de blindados a mediados de octubre.
«Se ha considerado que llevar a cabo esta misión en las inmediaciones de Afrin, al oeste de Alepo, también podría servir de forma significativa a un ambiente de paz y seguridad», dice el comunicado.
Afrin, un enclave de mayoría de población kurda, está bajo control de las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y su brazo político, el Partido de la Unión Democrática (PYD), que Ankara considera una simple rama del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, definida como terrorista por la Unión Europea (UE).
El comunicado del MGK insiste en la necesidad de poner freno al supuesto intento del YPG de afianzar su control sobre la franja norteña de Siria, fronteriza con Turquía.
«Los intentos de la organización terrorista PKK/PYD-YPG de destruir la demografía de Siria mediante una limpieza étnica encubierta y de apoderarse de la tierra violan los derechos humanos y normas internacionales y no pueden aceptarse de ninguna manera», afirma el texto.
«Se ha subrayado una vez más que Turquía debe continuar tomando todo tipo de medidas, especialmente en las regiones fronterizas, para proteger su propia seguridad», remacha.
El comunicado también hace referencia a un escándalo desatado en la OTAN, que hace diez días había utilizado el nombre del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como «enemigo» en un simulacro realizado en Noruega.
Turquía espera, según el MGK, que la investigación iniciada por la Alianza Atlántica y Noruega se amplíe a los responsables jerárquicos del incidente, y afirma seguir de cerca el proceso.