Los acontecimientos en España dieron hoy protagonismo a una región que no estaba invitada a la cumbre de regiones ultraperiféricas de la Unión Europea en Guayana: Cataluña.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente francés, Emmanuel Macron, cerraron filas con el Gobierno de Mariano Rajoy tras la votación de la declaración de independencia ilegal en el Parlamento de Cataluña.
Aunque Canarias, que asumió hoy la Presidencia de la Conferencia de Presidentes de las Regiones Ultraperiféricas, era la única región española participante, Juncker, Macron, y el propio presidente del archipiélago, Fernando Clavijo, salieron en defensa de la legalidad.
«Yo creo en la Unión Europea del Estado de Derecho, del respeto de la ley y el orden constitucional, aquí y en todas partes, también en España», dijo Juncker en su intervención de clausura.
Horas antes, en su visita a la base espacial europea de Kourou, tanto Juncker como Macron ya habían expresado su punto de vista sobre la cuestión catalana, en la línea de sus intervenciones anteriores.
«Es un proceso en el Estado español y respeto todas las decisiones que tome el Gobierno» español, dijo a Efe Juncker, que también reiteró su rechazo a los separatismos.
En declaraciones a más medios, Juncker comentó que «el Parlamento catalán ha hecho una elección» y que el Gobierno de Mariano Rajoy y el Senado español «han hecho lo mismo».
«No debemos insertarnos en ese debate español. Pero no me gustaría que mañana la UE se compusiera de 95 estados», ha insistido, en un rechazo a los separatismos en la Unión.
En su opinión, «hay que evitar las fisuras porque ya hay bastantes, no necesitamos más» en la Unión Europea
Por su parte, Macron reiteró que el «único interlocutor» de su país con España es el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Igualmente el presidente del Gobierno de Canarias aprovechó su alocución ante los dos mandatarios para apostar por unan reforma de la Constitución española como «la mejor solución».
«Antes de comenzar; permítanme que haga una reflexión sobre la complicada y triste situación que vive en estos momentos mi país y que se ha agravado tras la votación realizada hoy», dijo al tomar la palabra.
«La solución pasa por una revisión, consensuada y dialogada de la Constitución Española que permita decidir entre todos qué país queremos. Europa debe ser la inspiración para esa revisión de la Constitución Española y debemos abordar la misma con humildad, serenidad y prudencia; pensando sobre todo en el interés de los ciudadanos y ciudadanas», explicó.
Más allá de Cataluña, Juncker y Macron escenificaron hoy su apoyo en la Guayana francesa a las regiones ultraperiféricas en una cumbre en la que asumió el testigo de la coordinación de las mismas el Gobierno canario.
Juncker y Macron coincidieron reiteraron su compromiso con las regiones que por su lejanía y especificidad y, pese a su pertenencia a la UE, tienen más problemas de crecimiento y empleo.
Ambos mandatarios visitaron juntos la base aérea europea de Kourou, que, en palabras de Macron, «representa la voluntad de la UE por invertir en Guayana» y el resto de regiones ultraperiféricas.
«Guayana es también la UE y seguiremos trabajando por su desarrollo como el de restos de regiones de Europa», añadió Juncker.
El presidente de la CE dijo que la geografía de las regiones ultlraperiféricas, también llamadas «RUP», dan «dimensión mundial» a la UE y que «si las ultraperiféricas necesitan al continente, mucho más necesita el continente a las ultraperiféricas».
En la conferencia en Guayana también estuvo presente la comisaria europea de Política Regional, Corina Cretu, quien presentó esta semana en Estrasburgo su propuesta para el futuro de las RUP a partir de 2020, cuando se aprobarán los nuevos presupuestos plurianuales ya sin la contribución de Reino Unido.
Además de Canarias, las otras regiones ultraperiféricas de la Unión Europea son seis colectividades francesas de ultramar (Guayana Francesa, Guadalupe, Martinica, Mayotte, Reunión y San Martín) y dos regiones autónomas portuguesas (Azores y Madeira).
La cumbre en Guayana de las RUP se celebró en medio de protestas de varios miles de personas que aprovecharon la visita del presidente de la República, al que acusan de seguir con la política de abandono del departamento enclavado en sudamérica.