La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, consideró hoy «extremadamente chocante» el silencio del líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon sobre a quién votará en la segunda vuelta de las presidenciales, que enfrentará el domingo a la ultraderechista Marine Le Pen y el socioliberal Emmanuel Macron.
En una entrevista con un grupo de medios europeos, entre ellos Efe, la socialista Hidalgo llamó una vez más a los franceses a votar por Macron para frenar el paso a Le Pen e insistió en que no dirá «nada» que pueda debilitar la candidatura del socioliberal, con quien mantiene grandes discrepancias de fondo.
«Es extremadamente chocante no tener una posición más clara hacia el Frente Nacional», subrayó la alcaldesa sobre el izquierdista, para ironizar posteriormente con que Mélenchon «al mismo tiempo desea ser el primer ministro de Macron».
Mélenchon ha asegurado que no hará público su voto hasta después de la segunda vuelta del próximo domingo, aunque ya ha adelantado que en ningún caso votaría por Le Pen.
El movimiento que él mismo fundó, La Francia Insumisa, ha respaldado en una consulta pública por internet el voto blanco o nulo en la segunda ronda (con el 36 % de los apoyos), por encima de sufragar por Macron (34 %) o la abstención (29 %).
«Hay una gran banalización del Frente Nacional. Hay que recordar que existen vínculos entre los colaboracionistas con los nazis y los fundadores del partido», señaló Hidalgo.
La regidora parisina, que pese a todo se muestra convencida de que la ultraderechista no logrará la victoria, recordó que en la capital francesa Le Pen sólo obtuvo el 5 % de los votos en la primera vuelta, y que ello se debe en parte al trabajo que se ha realizado desde el Ayuntamiento en los barrios más populares.
«Lo que hacemos en París tiene repercusiones nacionales. El hecho de poner en marcha políticas inclusivas y dedicadas a los barrios más populares ha podido contribuir a ese resultado», subrayó.
Para Hidalgo, París podría haber vivido un impulso hacia el Frente Nacional por los atentados que han castigado a la ciudad desde hace dos años, o por los campamentos de inmigrantes y refugiados en sus calles, pero no ha sucedido así.