Durante el debate de totalidad de la conocida como reforma local, la diputada de Amaiur Onintza Enbeitia ha comenzado su intervención mandando un «beso» a esos 40 «jóvenes», que se enfrentan a penas de entre siete y 12 años por integración en organización terrorista al formar parte de la que fue considerada por el juez Fernando Grande-Marlaska como la «academia» de ETA.
Enbeitia ha denunciado que ese macrojuicio «injusto» que se sigue contra los presuntos dirigentes de Segi tiene «poco que ver» con el Estado de Derecho y, además, le recuerda que «en el Estado español la tortura sigue siendo una realidad».
Ésta no es la primera vez que los diputados de Amaiur utilizan la Cámara Baja para hacer este tipo de reivindicaciones. En las últimas semanas han aprovechando el Pleno y las comisiones parlamentarias para protestar por la detención de la cúpula de Herrira, la organización de apoyo a los familiares de presos de ETA que sucedió a las ilegalizadas Gestoras pro Amnistía y Askatasuna.