Dulce y con intensos aromas. Ideal para abrir el apetito o mantener una buena conversación. El vermut vuelve a estar de moda en los planes de ocio diurnos y Madrid es el mejor sitio para contemplar su apogeo. La capital de España acoge un sinfín de propuestas para disfrutar de esta bebida macerada y que se acompaña con un delicioso aperitivo, desde el garito más cool hasta las tabernas de siempre.
La historia cuenta que fue inventado por Hipócrates, filósofo y médico de la Antigua Grecia, con el objetivo de despertar el hambre en sus pacientes enfermos. La mezcla del vino con flores de ajenjo y hojas de díctamo maceradas provocaba en quien lo tomaba la necesidad inmediata de comer. Y la bebida evolucionó con el paso del tiempo hasta que se plasmó en una de las expresiones más comunes entre amigos: “¿Quedamos para tomar un vermut?”.
“La hora del vermut” quedó reservada para el entretiempo que queda antes de empezar a comer, donde se puede gozar de una buena copa rodeado de la mejor compañía o incluso hacer cualquier tipo de negocio. Todo adquiere una sensación más dulce con una buena tapa y un buen vino macerado con hierbas en la mano.
Precisamente, La Hora del Vermut se ha convertido en uno de los lugares de referencia en Madrid para disfrutar del vermut y la sangría, además de su amplia variedad de pinchos y aperitivos.
Entre sus mejores caldos se encuentra Zarro -el madrileño de toda la vida- que, una vez dentro, genera una explosión de sabores, dejando un prolongado y persistente final en la boca. Pero también tienen una mención especial los elaborados con vino de Jerez de la Frontera (La Copa de González Byass) y con vino de La Rioja (San Bernabé), que hacen honor a la procedencia del género.
El Rox mut es un vermut especial, debido a que no se trata de un vermut propiamente dicho. Está elaborado con sidra; sin embargo; puede pasar como tal. Su color es ámbar brillante y en la boca se produce una perfecta explosión entre los cítricos propios de la manzana y el dulce que lleva su composición.
La Hora del Vermut se encuentra en la Platea, un espacio donde se mezclan gastronomía y espectáculo. Su dos plantas y su zona dulce convierte este centro de ocio en una de las visitas obligadas de la capital de España.