Solo el 49% de los padres contempla que publicar en Internet fotos de sus hijos puede acarrear riesgos de pedofilia, acoso (48%) secuestro (45%) o ciberbullying (31%) para los pequeños, además de que el 58% de ellos consideran estar en su derecho de subir fotografías sin el permiso de sus hijos.
Aunque el 71% de los padres sabe que las imágenes pueden llegar a manos indeseadas, estos no son realmente conscientes de los verdaderos problemas que esto puede acarrear.
Los resultados de la encuesta ‘The Age of Consent’ realizada por la agencia de seguridad McAfee muestra que el 49% de progenitores considera que la publicación de una foto pueda traducirse en riesgo de pedofilia para su hijo, mientras que lo mismo sucede para considerar el acoso (un 48%), la posibilidad de secuestro (45%) o de sufrir cyberbullying (31%).
El consentimiento por parte de un niño para que contenido relacionado con él acabe en Internet es un aspecto del cual aún hay gente que recela. El 58% de los progenitores cree estar en su derecho de subir cualquier fotografía de su hijo sin permiso de este, mientras que el 22% no considera que deban ser los menores quienes den permiso para ello, y el 19% dicen que es una decisión que siempre debe dejarse en manos de los adultos.
La mitad de los padres publicaría una foto de su hijo vestido con el uniforme escolar, una actitud que puede comprometer la seguridad del pequeño debido a que la indumentaria puede revelar a cualquiera la localización del niño. Además, hay padres que integran a su hijo dentro de sus redes sociales de forma recurrente, pues el 30% de ellos publica una foto o video de sus hijos al menos una vez al día y un 12% difunde una cantidad de contenido hasta cuatro veces mayor.
El product manager consumer y mobile de McAfee España, Francisco Sancho habla del tipo de información que se puede extraer a raiz de una fotografía en Internet, «si las imágenes compartidas caen en manos equivocadas, se puede llegar a sustraer información sensible como la fecha de nacimiento, domicilio, colegio o incluso el nombre completo del niño».
Parte de los adultos todavía no tienen en cuenta lo que puede suponer a nivel psicológico que un niño esté en Internet sin quererlo, pues solo al 23% le preocupa que el niño desarrolle ansiedad por la publicación de una foto y menos de cuatro de cada diez piensan que podrían avergonzar a su hijo.
Sancho comenta que «los padres quieren compartir estas imágenes con amigos y familiares a través de las redes sociales, pero deben tener en cuenta los riesgos emocionales y de seguridad que implica publicar estas imágenes en nombre de sus hijos». Si bien publicar fotos de menores en redes sociales puede suponer un riesgo para la seguridad de los niños, el 70% de padres publica exclusivamente este tipo de contenido en sus cuentas privadas de redes sociales.
Para finalizar, el estudio ofrece consejos sobre cómo compartir imágenes de forma segura, entre los que destacan prestar atención a que la geolocalización no se comparta, configurar que las publicaciones solo sean visibles por un público privado limitado a los contactos, establecer reglas entre los familiares sobre la publicación de fotografías en redes y controlar la información personal compartida con soluciones de seguridad.