COMAN, siglas de »Compliant Humanoid» –»humanoide obediente»–, es un robot de apenas 95 centímetros de altura creado por los científicos de la universidad helvética específicamente con el objetivo de estudiar el movimiento de robots con solo dos piernas. Para ello dispone de unas juntas con material elástico en sus articulaciones que facilitan la flexibilidad.
El equilibrio se ha mejorado gracias al desarrollo de algoritmos específicos, ha explicado Hamed Razavi, investigador en el Laboratorio de Biorrobótica de la Politécnica de Lausana en declaraciones recogidas por el portal de la institución.
Estos algoritmos, que operan sobre la marcha, recogen información detallada de la posición, velocidad e inclinación del aparato, y toman decisiones para mantener el equilibrio del robot humanoide –que sin embargo no tiene cabeza–. De esta manera, «si alguien empujan a COMAN, los algoritmos calcularán exactamente dónde debe colocar su pie para contrarrestar la perturbación del empujón recibido», explica Razavi.
Además de caminar, los algoritmos de COMAN también se han desarrollado con el objetivo de permitir al robot llevar a cabo otras tareas como subir escaleras y abrir puertas. Estas acciones están orientadas a resultar especialmente útiles en misiones de rescate en contextos como centrales nucleares, donde la presencia de escaleras hace más indicados a los robots bípedos frente a los que funcionan por ruedas.
En cuanto al resto de funciones que han destacado sus creadores, COMAN también está orientado a ayudar a las personas con tareas como transportar o levantar cajas u objetos pesados e incluso sus datos se aplicarán a la creación de exoesqueletos para personas con discapacidad.