Esta disminución se debió principalmente a la reducción del déficit del saldo comercial y de rentas y, en menor medida, a la disminución del saldo negativo transferencias corrientes y a la ampliación del superávit de servicios.
En concreto, el déficit de la balanza comercial se situó en 2012 en 24.927,8 millones de euros, un 37,2% menos que en 2011, con comportamiento «dispar» de los flujos comerciales, en el que las exportaciones aumentaron un 4% y las importaciones disminuyeron un 2,3%.
Por su parte, el saldo no energético registró superávit el año pasado, en contraste con el déficit de 2011, mientras que el déficit energético continuó ampliándose, según el Banco de España.