El museo modernista Can Prunera de Sóller acoge desde hoy y hasta el 26 de noviembre la exposición «Pablo Picasso y Joan Miró, Historia de una amistad», que refleja la relación entre estos dos genios a través de 52 obras.
La exposición muestra 30 obras de Picasso y 22 de Miró; el público podrá ver siete picassos inéditos que nunca se han exhibido antes y un grabado original de Joan Miró dedicado al malagueño.
La exposición ha sido inaugurada hoy en Can Prunera Museu Modernista, en Sóller.
Su director y comisario de la muestra, Joan Punyet Miró, ha escrito un catálogo de 30 folios que explica con detalle la amistad entre los dos grandes artistas, que nació cuando el catalán le llevó a Picasso a París una ensaimada, un encuentro a partir del cual se hicieron grandes amigos.
Para el nieto de Miró, la gran diferencia entre ambos genios es su «personalidad». «Picasso -señala- era más bohemio, extrovertido, fugaz y Miró mucho más tímido, extrovertido y silencioso».
En cuanto a su pintura, «Picasso era un gran artista del virtuosismo de gran precisión y, como decía mi abuelo, de un arte diabólico y perfeccionista; y Miró era un pintor con dificultad para trazar la línea, pero sin embargo era capaz de evocar mundos oníricos con gran libertad de vocación».
Punyet destaca que, ante todo, la exposición refleja «una amistad de dos grandes artistas amigos cuando celebramos los 80 años del Guernica». La muestra trata de «acentuar que eran amigos y no rivales».
Por su parte, el vicepresidente de la Fundació Tren de l’Art, y Óscar Mayol, considera que se trata de «una exposición fantástica, pequeña pero muy potente, que demuestra la amistad que tenían Picasso y Miró en cuanto a la vida personal, ya que se transmite una obra muy personalizada de los dos artistas».
El museo Can Prunera está ubicado en una antigua casa de estilo modernista construida a comienzos del siglo XX y se ha convertido en una de las señas de identidad del pueblo de Sóller.