El influjo cultural mutuo y las relaciones entre España e Italia en el período del Cinquecento es el núcleo sobre el que gira una nueva exposición de dibujos que abre hoy al público en la florentina galería de los Uffizi.
Formada esencialmente por cerca de 60 piezas, incluye las firmas de quienes fueron denominados «Las Águilas del Renacimiento Español»: los toledanos Pedro Machuca y Alonso Berruguete, y los burgaleses Bartolomé Ordóñez y Diego de Siloé.
Titulada «Spagna e Italia in dialogo nell’Europa del Cinquecento» («España e Italia en diálogo en la Europa del siglo XVI»), se acompaña también de cinco piezas escultóricas, como «Ecce Homo» (de alrededor de 1525) y una docena de pinturas, entre ellas la «Virgen con el Niño con San Juan» (1513-1514), ambas de Berruguete.
Hacia del siglo XVI, «desde el pontificado del Papa Alejandro VI Borgia hasta la conquista de los dominios napolitanos o la anexión del ducado de Milán, las tendencias políticas e intelectuales de los reinos territorios españoles e italianos se acercaron, con el resultado de superposiciones continuas e inesperadas», dijo el director de la Galería de los Uffizi, Eike Schmidt.
Una ósmosis cultural que se vio favorecida asimismo por las rutas comerciales que unían los diferentes lados del Mediterráneo.
La exposición está dividida en ocho secciones, a las que antecede una introducción sobre la situación artística de España a finales del siglo XV y principios del XVI, antes de la llegada a España de la dinastía de los Habsburgo.
La figura humana y la representación del desnudo o la influencia de la pintura toscana-romana en la producción española de los años cuarenta y cincuenta del siglo XV, son algunos de los ejes sobre los que vertebra este proyecto, que a la inversa, también pone el foco en los movimientos de Italia hacia España, una corriente por la que transitó El Greco.
Son varias las secciones dedicadas a esta línea, en las que se incluye un conjunto de dibujos legados al monasterio de San Lorenzo del Escorial, así como una reflexión acerca del uso de las artes gráficas por parte del monarca Felipe II para promover ese lugar.
Se termina el recorrido expositivo con una sección dedicada a la herencia artística y teórica de las familias italianas Carducci y Cascese.
Abierta hasta el 27 de mayo, la muestra aprovecha préstamos del Museo Nacional del Prado, del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, de la Galería Nacional de Parma (norte Italia), del Museo Nacional Bargello, en Florencia, de la Galería de la Academia de Venecia o de la Biblioteca Nacional de Roma.
Igual que del vasto depósito de dibujos españoles renacentistas con el que cuenta el Gabinete de Dibujos y Grabados de la galería Uffizi, más de 12.000, donados en su mayoría por el escultor Emilio Santarelli a su fallecimiento en 1866.
Comisariada por Marzieta Faietti, Corinna Gallori y Tommasso Mozzati, la exposición se ha apoyado en las investigaciones llevadas a cabo, junto a otros estudiosos españoles, por el historiador y comisario Benito Navarrete, quien enriqueció la colección del museo con su estudio «I segni nel tempo. Dibujos españoles de los Uffizi» («Signos a lo largo del tiempo»).
Resultado de dos años de investigaciones logró con dicho proyecto poner nombre a 77 obras inéditas procedentes de este periodo del arte, cuyos autores permanecían desconocidos o mal atribuidos.
Dispuesta en la sala Magliabechiana, incluye creaciones de los italianos Rómulo Cincinato y Pompeo Leoni, además de trabajos de otros pintores ibéricos como Francisco Pacheco.
También están las rúbricas de Patricio Eugenio Cajés o Vicente Carducho, protagonistas de la parte de la exposición con las que se ilustra el siglo XVI en España.