El realizador italiano Marco Bellocchio, autor de un cine incisivo y comprometido desde una mirada de izquierdas, ha lamentado hoy en Bilbao que el cine de autor este en declive en su país.
Bellocchio ha reflexionado sobre la situación actual del cine en su país durante una conferencia de prensa en el marco del Festival Internacional de Cine Cortometraje y Documental de Bilbao, Zinebi 59, antes de recoger, mañana, el Mikeldi de Honor que le ha concedido por su extensa cinematográfica.
El autor de largometrajes como «I pugni in tasca», su «ópera prima» en 1965, «Sorelle mai» (2010) y el reciente «Fai bei sogni» (2016) ha señalado que en Italia actualmente todavía existe el llamado cine de autor pero que está «más en crisis que en mis tiempos, posiblemente porque el público va al cine pero no tanto a ver cine de autor».
«A pesar de esto, hay cineastas que son coherentes con sus principios y su imaginación y siguen haciendo cine de autor, aunque cada vez es más difícil hacerlo», ha agregado.
El cineasta italiano, nacido en 1939 en Bobbio, una pequeña localidad de la región de Emilia-Romagna, en el norte de Italia, ha considerado que lo que ocurre en Italia con el cine de autor es una tendencia generalizada en toda Europa.
Por este motivo, Bellocchio ha destacado la importancia de los festivales de cine como el de Bilbao para que «se siga exhibiendo este tipo de productos».
El también autor de cortometrajes como «La colpa e la pena» (1961) y «Per una rosa» (2017), este último que se proyectará en la Gala de Clausura de mañana, en la que Bellocchio recibirá su premio, ha apuntado que él pertenece al grupo de cineastas reacios a explicar sus películas al público.
«Yo considero, al igual que Michelangelo Antonioni, que las películas tienen que explicarlo todo, que un filme se basta a sí mismo porque una película tiene todas las respuestas dentro de sí misma».
«Son los críticos y los historiadores del cine quienes tienen que reflexionar sobre las películas que ven», ha agregado.
Marco Bellocchio ha considerado que en la actualidad continúa habiendo cineastas jóvenes sensibles a los problemas sociales actuales como el de la emigración, que en su época no existía pero que hoy tiene gran importancia, por el efecto de la globalización.
También ha asegurado que en su extensa cinematografía siempre le ha «atraído mucho» la figura de la mujer como madre, amante y esposa, pero que de ahí no se puede concluir que haya «contribuido decisivamente a cambiar la imagen de la mujer en la sociedad».