El Palacio Real acogerá desde mañana por primera vez el retrato de Carlos III pintado por Anton Mengs, un cuadro que pisa España y que forma parte de las 131 piezas que componen la muestra «Carlos III. Majestad y Ornato», una exposición que resalta la «actividad artística» del monarca.
Con motivo de la celebración del tercer centenario del nacimiento de Carlos III, Patrimonio Nacional pone a disposición del visitante hasta el 31 de marzo de 2017 esta exposición que, en palabras de su presidente Alfredo Pérez de Armiñán, es el «reflejo» de la «actividad artística» de este monarca en el interior de los Sitio Reales.
«Es una exposición que revela la variedad de los gustos artísticos de Carlos III y de su corte», ha matizado Pérez de Armiñán durante la presentación de esta muestra en la que el 86 % del contenido procede de las colecciones de Patrimonio Nacional, y que, como han destacado, es otra manera de visitar el interior del Palacio Real.
Unas obras, que desde el siglo XVIII no se han podido contemplar de manera conjunta, y que quedarán oficialmente inauguradas esta tarde por los Reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
«La exposición muestra los escenarios que Carlos III quiso adornar después de venir de Nápoles y encontrarse con palacios que no le gustaban», ha dicho José Luis Díez, director de las Colecciones Reales acerca de los objetos que reúne la muestra y que proceden del conjunto de palacios donde habitó el rey: El Escorial, donde iba en otoño; Aranjuez, donde acudía en primavera; La Granja, lugar de veraneo, y por último, y principal, el Palacio Real.
Sobre todas las piezas que componen «Carlos III. Majestad y Ornato» destacan el retrato de Carlos III pintado por Anton Mengs, obra que fue un encargo del propio monarca para regalar al Rey Federico V de Dinamarca en 1765. Procedente del Museo Estatal de Conpenhague, el retrato ha sido restaurado para la ocasión.
También destaca entre las 131 piezas el conjunto pictórico del dormitorio de Carlos III, propiedad de la Colección del Duque de Wellington, así como el busto de Carlos III realizado a mediados del siglo XVIII por Juan Pascual de Mena, y que ha sido cedido por la Fundación Banco de Santander, entidad patrocinadora de la muestra.
Organizada en 10 salas, la muestra, además de poner en relieve el gusto estético de Carlos III en cuanto a la decoración, también pone de manifiesto quienes eran los artistas favoritos en su corte.
Además de Mengs, pintor por excelencia de esta época, el llamado «mejor alcalde de Madrid» (Madrid, 1728-Madrid, 1788) tenía entre sus pintores de corte a Giambattista Tiepolo y al incipiente genio Francisco de Goya.
Por eso la muestra también acoge 12 pinturas a pastel de Tiepolo que no se exponían juntas desde 1943; así como los cartones en los que Goya hacía los «modelos» (o dibujos) que luego serían reproducidos en la Real Fábrica de Tapices. En concreto, la exposición reúne en un mismo espacio los cuatro bocetos y los cuatro tapices con motivos de caza encargados para decorar las paredes del Palacio del Pardo.
Otro de los nombre propios de esta muestra es el artista veneciano Mattia Gasparini, el principal decorador de la corte, quien revistió la cámara del soberano y sus inmediatos tres despachos con paneles de madera de rica marquetería y con bronces dorados.
La muestra cierra con una sala dedicada a la muerte del monarca evocando la instalación del túmulo regio que se montó en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid.