«Ojalá fuera mejor», ha dicho Montoro durante la presentación de la revista ‘Economistas’ editada por el Colegio de Economistas de Madrid, donde se ha referido a la situación de la economía y ha asegurado que hay señales para la confianza.
En concreto, ha resaltado el cambio de la balanza por cuenta corriente y la moderación de precios en los últimos meses. De hecho, ha asegurado que el IPC estará por debajo del 1% este año e incluso algunos meses más próximo al 0% que al 1%.
A pesar de que ha reconocido que esta moderación puede suponer algún problema en términos de ejecución presupuestaria o de recaudación, ha asegurado que mejorará la competitividad y permitirá recuperar parte del poder adquisitivo perdido por los españoles.
Otra de las señales, según Montoro, es el acceso a los mercados internacionales, ya que hoy España se puede financiar y a precios más bajos que en el pasado después de que la prima de riesgo se haya moderado considerablemente. Sin embargo, según el ministro, este indicador debe seguir reduciéndose.
Montoro ha destacado también la reducción del déficit a lo largo de 2012 por parte de todas las administraciones. En concreto, ha destacado la labor de los ayuntamientos, que cerraron prácticamente en equilibrio, y las comunidades, que redujeron a la mitad su saldo negativo.
En este sentido, el titular de la cartera de Hacienda ha admitido que algunas comunidades redujeron el déficit más que otras, aunque, según ha dicho, todas hicieron esfuerzos y los tendrán que seguir haciendo en el futuro.
En cualquier caso, el ministro se ha mostrado optimista sobre la salida de la crisis porque España cuenta ahora con tres grandes fortalezas: una renta per cápita elevada, un alto nivel de inversión fuera de España y una gran fuerza laboral pese al desempleo.
«Las bases para la salida de la crisis son diferentes a las del pasado», ha dicho Montoro, quien ha resaltado la importancia de trasladar este mensaje a los ciudadanos porque España estará a la altura de las expectativas de los jóvenes.
NO HAY UNA GENERACIÓN PERDIDA
De hecho, ha negado rotundamente que exista una «generación perdida» en España, aunque ha lamentado que los mensajes europeos sobre la necesidad de abordar materias como el paro juvenil hayan llegado tan tarde.
En este sentido, ha admitido que las respuestas europeas a veces son «lentas y contradictorias», aunque ha asegurado que la Unión debe ser el «referente» para superar las dificultades económicas que atraviesan todos los países.