José Bros (Barcelona, 1965) y Edita Gruberova (Bratislava, 1946) son «pareja» desde hace 20 años, cuando cantaron en el Liceo «Anna Bolena». Más de 130 actuaciones después, verles juntos es una «fiesta mayor» y más si es, como sucederá el domingo en el Teatro Real, con un título como «Roberto Deveraux».
José Bros está «muy emocionado» por volver al coliseo madrileño, donde hace dos años cantó el «Werther», y hacerlo con una obra que ha cantado «mucho» con Gruberova, detalla en declaraciones a Efe el tenor catalán, que siempre estará agradecido a la eslovaca por el «espaldarazo» que supuso a su carrera su debut en el Liceo.
«Siempre es y será un placer y una fiesta mayor cantar junto a ella», recalca Bros de Gruberova, que el pasado 18 de febrero celebró sus 45 años de profesión interpretando «La Straniera», de Bellini, en el Musikverein de Viena.
Cantarán en el Real la ópera de Donizetti en versión concierto, es decir, «un reto para la voz» e interpretativo, porque los cantantes deben transmitir el enredo amoroso e intriga de la corte de Isabel de Inglaterra sin más apoyos escénicos que el atril con la partitura.
Entre ellos, dice, «a veces no hace falta ni la mirada», con sentir «la respiración del otro» ya saben «lo que hay», y las dinámicas y el enfoque del canto son «iguales», como una «comunión».
En esa complicidad de tantos años también les han pasado «cosas», como en una función en Zurich de «Lucia Lamermoor», a la que él se incorporó esa misma mañana para sustituir al tenor.
Cuando llegó la escena en la que tenía que entregar a su «esposa eterna», es decir Gruberova, el anillo se dio cuenta que no llevaba ninguno y tuvo «que hacer como que sí» con la misma soltura con la que tuvo que desenganchar los botones de su guerrera del vestido de la eslovaca para no «arrastrarla» por el escenario.
«Son cosas que hay que torear», rememora entre carcajadas.
El del domingo, promete, será «un gran espectáculo», no solo por ver «a una de las mejores» cantando Elizabetha sino porque el resto del reparto «es de campanillas: Sonia Ganassi, Vladimir Stoyanov… No hay que perdérselo porque es un regalo absoluto».
«Edita está fantástica y ver a alguien que lo ha hecho todo en esta profesión con semejante calidad es como ver a Plácido Domingo. Un milagro y un regalo que uno no puede perderse», agrega.
Bros, que en abril debutará «Atila», de Verdi, insiste en que nunca se ha quejado «de cómo van las cosas» y que siempre se ha tomado todo con «tranquilidad y calma».
«En los últimos años me he dedicado mucho a la música francesa, me siento muy cómodo en ella, y voy a seguir por ahí, con las obras que le van bien a mi voz».
Seguirá, pues, con «La Traviata», porque dice que «le queda muy bien», y anuncia que se está adentrando «mucho» en el repertorio de tenor lírico puro verdiano.
«No voy a ir hacia el spinto -mayor potencia y proyección en la voz de tenor-, voy a seguir trabajando en el laboratorio personal que es mi voz».
En este momento de «gran incertidumbre» él tiene cerrados contratos hasta 2015. «La ópera -añade- sigue viva y hay que defenderla con ilusión y optimismo».
Por Concha Barrigós