Tras el incendio que destruyó el campo de refugiados de Moria el pasado 9 de septiembre, la UE prometió que no habría más Morias. Sin embargo, se ha creado un nuevo campo en Lesbos y hay otro esperando para ser utilizado en la isla de Samos. En las islas griegas del Egeo, hay muchos otros campos fruto de las mismas políticas crueles de contención que mantienen a personas atrapadas en condiciones terribles. Es el caso del campo de Vathy, en Samos, donde las condiciones son particularmente lamentables en un centro diseñado para unas 650 personas que alberga a más de 4.500.
«Ya basta. Es un insulto para las miles de personas que sufren en los terribles y peligrosos campos de las islas griegas escuchar a la UE decir que nunca habrá otro Moria. Justo aquí y ahora, en el campo de Vathy, somos testigos del tremendo impacto que provocan en nuestros pacientes, que ya cargan con un gran sufrimiento, estas crueles políticas de contención», afirma Jonathan Vigneron, coordinador de MSF en Samos.
Según afirman, en estos momentos, hay 60 casos positivos de COVID-19 en Vathy. En plena pandemia de COVID-19, mayores y personas con patologías crónicas y complejas siguen viéndose «obligadas a vivir en tiendas de campaña y contenedores en condiciones horribles, antihigiénicas e inseguras. La respuesta de las autoridades con respecto a una intervención médica en el campamento es pobre, en el mejor de los casos, y negligentemente peligrosa en el peor». Aquellos que han dado positivo están siendo aislados en malas condiciones y sin tratamiento médico. Mientras tanto, no existe una estrategia médica para abordar el posible brote en el campo que podría expandirse como un incendio forestal debido a las condiciones antihigiénicas y de hacinamiento.
Tras más de cinco años brindando atención sanitaria en las islas griegas, MSF ha visto las graves consecuencias de estas políticas de contención, consecuencias que llegaron a un punto crítico con el incendio en Moria. Ahora, la organización médica ve de forma evidente los mismos síntomas en Vathy y ha querido lanzar una advertencia antes de que la situación esté fuera de control.
«Si estas personas permanecen en los campos, debido a la falta de voluntad del Gobierno griego y de la UE para trasladarlas a un alojamiento seguro en el continente u otros estados de la UE, las consecuencias podrían ser terribles«, aseguran.
La organización pide ahora el traslado urgente de todas las personas en alto riesgo a un alojamiento adecuado donde se puedan aplicar todas las medidas preventivas antes de que sea demasiado tarde. La organización también solicita la evacuación urgente de todas aquellos pacientes que requieren una atención médica que no se proporciona en la isla.
«En Moria, hemos visto lo que puede suceder cuando se ignora esta horrible receta, la bomba de relojería explota. En Vathy vemos exactamente las mismas condiciones», advierte Jonathan Vigneron.