Según las informaciones recogidas por el diario egipcio ‘Al Ahram’, entre los condenados figuran los altos cargos del grupo Essam al Erian y Mohamed Beltagi, mientras que el líder espiritual del grupo, Mohamed Badie, ha sido sentenciado a cadena perpetua.
Los más de 730 acusados en el juicio están acusados de participar en la acampada en la plaza cairota de Rabaa al Adawiya, asesinato, cortar carreteras, y limitar la libertad de movimientos de la población.
Las acampadas en Rabaa al Adawiya y Nahda, levantadas para protestar contra el golpe de Estado contra Mursi –liderado por el entonces jefe del Ejército y actual presidente, Abdelfatá al Sisi–, fueron asaltadas por las fuerzas de seguridad.
Las operaciones se saldaron con la muerte de al menos 1.150 personas, según datos de la ONG Human Rights Watch (HRW), si bien el Gobierno solo reconoce alrededor de 900.
Las autoridades surgidas tras el golpe declararon a Hermanos Musulmanes como una organización terrorista, incrementando su presión contra el grupo y sus miembros y simpatizantes.
La campaña, dirigida también contra activistas opositores, se ha saldado por el momento con miles de encarcelados y condenados por diversos cargos en juicios que han sido denunciados por las ONG internacionales por su falta de transparencia.