Militantes talibanes decapitaron a un niño de 10 años de edad, en Zherai, en el sur de Afganistán, acusándolo de espionaje para las potencias occidentales. Posteriormente, un segundo joven de 16 años fue también hallado decapitado .
El dramático suceso ha ocurrido en el distrito de Zherai de la provincia de Kandahar, según dijo la oficina del gobernador provincial este lunes. En un comunicado de prensa publicado por la citada oficina se explicó la primera muerte del niño de 10 años, relatando que los talibanes capturaron y decapitaron al niño, después de haber estado recogiendo alimentos de manos de policías de un puesto de control.
Los integristas afganos consideraron que había estado facilitando pistas a los agentes para ser usada por las potencias extranjeras contra los talibanes. El gobernador provincial dice en su nota que el asesinato del niño es un comportamiento «inhumano y no islámico».
Más tarde, la oficina del gobernador de Kandahar ha informado del hallazgo de un segundo cuerpo, de un joven de 16 años, que también habría sido visto por los talibanes recogiendo alimentos de los oficiales de un puesto de control.