Rusia ha vuelto con una gran ofensiva en hasta diez regiones de Ucrania después de varias semanas en las que los ataques se habían espaciado y rebajado su intensidad. Entre las zonas atacadas se encuentra Kiev, la capital, Járkov y Odesa, dos grandes ciudades del país.
El ataque ha sido perpetrado con el lanzamiento de varios misiles de crucero que han sido enviados desde el Mar Negro y han matado a al menos cinco personas en la región de Leópolis, un civil en Dnipropetrovsk, y tres víctimas más en Jersón. La intención de las tropas rusas es hacerse poco a poco con el control total de Bajmut.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha informado a través de su cuenta de Telegram: «Se han producido ataques masivos en todo el país. El enemigo ha lanzado 81 cohetes tratando de intimidar a los ucranianos otra vez, volviendo a sus tácticas patéticas». «Ha sido una noche dura», ha lamentado. Además, el dirigente ha querido recordar a los rusos que «la responsabilidad por todo lo que han hecho no va a esfumarse».
Debido a los últimos ataques se van a producir cortes de electricidad de manera «preventiva».