Trump publicó el martes una serie de ‘tweets’ en los que amenazó a México con dinamitar las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA o TLCAN) y con cortar «la ayuda exterior a Honduras y a los países que permitan» que la caravana de inmigrantes que marcha hacia Estados Unidos continúe.
Horas después, Trump dio un paso más y anunció que pretende desplegar tropas en la frontera para que permanezcan allí hasta que el muro esté construido. «Vamos a proteger nuestra frontera con nuestros militares. Es un gran paso», dijo.
El Gobierno de Enrique Peña Nieto contestó que «México no promueve la migración irregular» y recordó que esta ‘Viacrucis del Migrante’ se produce cada año desde 2010 para «llamar la atención sobre el fenómeno migratorio» y, como en ocasiones anteriores, las autoridades mexicanas han actuado «con estricto apego» a la ley.
«Hay que exigir respeto, convocar a la unidad, que se sepa que México está unido y que es un país que defiende con todo y con todos su dignidad», ha dicho el aspirante del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, en un mitin.
Después, en Twitter, se ha referido en concreto al despliegue militar en la frontera, algo que, según ha recordado, ya hizo Estados Unidos en 2006. «Sería un agravio inadmisible», ha advertido. «Mejor que se pongan a detener el tráfico ilegal de armas», ha espetado.
Por su parte, el candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, ha criticado la «falta de firmeza» del actual Gobierno. «El mensaje que se manda (…) es que usted puede agredir a nuestra nación, puede insultar a nuestros connacionales y aún así le vamos a dar la bienvenida. Eso es absolutamente incorrecto», ha reprochado a Peña Nieto por recibir a Trump en Los Pinos cuando arrancó la crisis bilateral.
Anaya ha prometido «una relación de mayor firmeza, de dignidad, pero sobre todo de cooperación mutua, donde no solamente se pongan en la agenda las prioridades y preocupaciones del Gobierno estadounidense, sino donde se pongan las prioridades y preocupaciones del Gobierno mexicano», según informa el diario local ‘El Universal’.
A este respecto, ha indicado que, mientras a Trump «le preocupa el tema de la inmigración», a México «le preocupa y mucho el tráfico ilegal de armas». Según los datos que ha aportado, la nación iberoamericana recibe cada año más de 200.000 armas de su vecino del norte. «Esas armas son las armas que están utilizando los delincuentes para ejercer la violencia en nuestro país», ha recalcado.
Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), se ha mostrado todavía más contundente y ha amenazado a Trump con una cadena humana a lo largo de la frontera como contrapeso a la presencia militar de Estados Unidos. «No nos van a apantallar. México y su pueblo no van a ser piñata de ningún Gobierno extranjero», ha aseverado.
López Obrador es el mejor posicionado en los sondeos sobre intención de voto para ganar las elecciones presidenciales de México. Le sigue de cerca Anaya y, a una distancia aún mayor, Meade.