En el último incidente, el martes la Guardia Costera de Libia interceptó a 279 peronas, incluidos 17 menores, que viajaban en tres botes. Los supervivientes contaron que unos 50 están desaparecidos, mientras que la Guardia Costera ha indicado que podrían ser cien.
Personal de la OIM ha estado presente en el desembarco de los supervivientes en el puerto de Trípoli y les ha entregado agua y comida, ha detallado en un comunicado.
La agencia de la ONU ha alertado de que este letal arranque augura un año incluso peor que el anterior en el Mediterráneo. En enero de 2017 se registraron 254 muertes en el mar, frente a los casi 200 solo en los primeros diez días del mes.
«Es muy preocupante que durante los primeros días de 2018 hayamos visto unos 800 inmigrantes rescatados o interceptados frente a las costas libias con más vidas perdidas en el mar», ha dicho Othman Belbeisi, el jefe de la misión de la OIM en Libia. «Hay que hacer más para prevenir los movimientos irregulares e inseguros de gente en el Mediterráneo», ha reclamado.