Desde el 18 de marzo de 2011, cuando el Observatorio registró la primera muerte a causa de la guerra, hasta el 15 de octubre de este año, se han podido documentar las muertes de 250.124 personas, de las que 74.426 han sido civiles, aunque todavía siguen sin identificar los cadáveres de más de 3.200 personas.
En torno al 15 por ciento de los civiles fallecidos a causa de la guerra son niños, concretamente 12.517, mientras 8.062 han sido mujeres.
Las estadísticas ofrecidas por el Observatorio Sirio de DDHH indican la cifra concreta de víctimas documentadas pero no han incluido, entre otros datos, a muchos de los miles de personas que han desaparecido durante la contienda.
Además de las muertes, el conflicto de Siria se ha saldado hasta el momento con dos millones de personas heridas, mientras más de once millones se han visto obligadas a dejar sus hogares y desplazarse a otras regiones.
El Observatorio ha continuado con sus llamamientos para que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU emitan una resolución que prohíba que los ataques tengan a civiles como objetivo en Siria, donde «se cometen masacres contra ellos casi cada día ante la mirada de la comunidad internacional que no da ningún paso para detener las violaciones contra el pueblo sirio, que sueña con un estado democrático, justo, libre e igualitario».