El conflicto entre Palestina e Israel es un entramado disputas territoriales y enfrentamientos entre dos pueblos, el palestino y el israelí. Si se echa un vistazo a un mapa y se analiza los dos territorios llama la atención cómo están divididos. Por un lado está el territorio israelí con salida al mar mediterráneo, que limita al norte con Líbano y Siria este con Jordania y al Sur con Egipto. Por otro, se encuentra Palestina, formado por la Franja de Gaza, una extensión de tierra en el sur del territorio con salida al mar y gobernada por el grupo terrorista Hamas; luego se encuentra Cisjordania, que una extensión de tierra entre Israel y Cisjordania, gobernada por la Autoridad Palestina. Dentro de este territorio, hay colonias judías, robadas ilegalmente mediante la ocupación.
Israel basa su existencia en hechos históricos por los que no está dispuesta a que desaparezcan las fronteras creadas en 1948. Palestina tiene identidad histórica y existe como pueblo desde hace más de 2000 años. Sin embargo es muy difícil que Israel algún día llegue a aceptar la creación del Estado.
¿Cómo se configuran las actuales fronteras de Israel y Palestina? Repasamos los principales acuerdos.
Creación de Palestina
Desde el punto de vista histórico, Israel fue creado en 1948. La resolución 181 de la ONU otorgó 56,5 % del territorio a Israel y el 42,9 a Palestina. Sin embargo, estas fronteras se modificaron tras la Guerra de los Seis días que enfrentó Israel con una coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria entre el 5 y el 10 de junio de 1967.
Guerra de los seis días
Tras estos enfrentamientos, se adopta la Resolución 242 optada por unanimidad en el Consejo de Seguridad el 22 de noviembre de 1967, seis meses después de la guerra de los seis días, la resolución ““la retirada del ejército israelí de territorios ocupados durante el reciente conflicto” y el “respeto y reconocimiento de la soberanía y la integridad territorial y la independencia política de cada Estado de la región, y su derecho a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas y seguras, al abrigo de amenazas y actos de fuerza”.
Acuerdos de Oslo
Posteriormente, está el período comprendido entre la Guerra de los Seis Días y los Acuerdos de Oslo , en los que las partes en conflicto residen en las áreas abordadas por el Plan de Partición de las Naciones Unidas que estaban bajo el control del Estado de Israel. Se estableció a Autoridad Nacional Palestina fue establecida en 1994, conforme a los acuerdos de Oslo entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el Gobierno de Israel, como una entidad transitoria durante un periodo de 5 años tras el cual tendrían lugar las negociaciones finales entre las dos partes. Con base en estos acuerdos, la Autoridad Palestina fue designada para controlar tanto la seguridad como la administración civil en las áreas urbanas palestinas (designadas como Área A), y sólo control civil sobre las áreas rurales palestinas (Área B). Los territorios restantes, incluyendo los asentamientos israelíes, la región del valle del Jordán, y las conexiones por carretera entre comunidades palestinas, permanecen bajo control exclusivo israelí (Área C). Jerusalén Este (la parte de Jerusalén controlada por Jordania desde 1948 hasta 1967), que es reivindicada como futura capital por la ANP, fue excluida de los acuerdos de Oslo hasta la fase final de las negociaciones, por lo cual los ministerios y órganos de gobierno de la Autoridad Palestina se situaron entre la Ciudad de Gaza y la pequeña ciudad de Ramala, próxima a Jerusalén.
Segunda Intifada
El período comprendido entre los Acuerdos de Oslo y la segunda Intifada, en la que Israel existía junto al gobierno semisoberano, la Autoridad Palestina.
Un nuevo paso hacia la negociación
En la actualidad, Palestina es una realidad dependiente de las ayudas de la comunidad internacional y sin capacidad jurídica, educativa, militar ni económica. Sin embargo, se está avanzando para crear un estado que puede ser el primer paso hacia una solución al conflicto. Para empezar la Asamblea General de la ONU pasó, a través de la Resolución 67/19 a considerar a Palestina como «estado», frente a la anterior consideración de “entidad”
Las negociaciones de los últimos meses con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas dirigidas por el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry abren las puertas hacia una solución diplomática a unos de los conflictos más prolongados de la historia moderna, que se producen 20 años después de los acuerdo DE Oslo y tres años después de la última vez que se vieron las caras.
Sin embargo, como apunta Shlomo Ben Ami, ex ministro de asuntos exteriores de Israel y actual vicepresidente del Centro Internacional por la Paz en Toledo, estas negaciones también tendrán repercusión en la política interna de ambos países. Para el primer ministro israelí, Benjamim Netanyahu, podría significar, “alejarse de su base política natural en la derecha, perder el control de su propio partido, el Likud, que en los últimos años ha estado prácticamente secuestrado por una potente ola de radicalismo”. Para el presidente palestino Abu Abbas, “el riesgo está tanto en el acoso de sus enemigos de Hamás en Gaza como en el escepticismo de su propia parroquia en Cisjordania”. Ya que un proceso de paz que acabe en desgracia podría desencadenar no solo una nueva intifada contra la ocupación israelí, sino también una revuelta contra el propio liderazgo palestino.