El comisario de la Policía estatal, Ali Janga, ha explicado que entre los muertos hay cinco vecinos de la propia comunidad y cinco de los atacantes abatidos por las fuerzas de seguridad.
Los asaltantes iniciaron su ataque de madrugada este domingo, pero fueron repelidos enseguida por policías y militares, según ha explicado Janga en declaraciones al diario nigeriano ‘Punch’.
«Sí. Se han perdido cinco vidas en la aldea, pero los agentes de la fuerza móvil de la Policía y los soldados les repelieron y mataron a cinco bandidos y recuperaron algunas armas», ha indicado. «Se ha restablecido la normalidad en la zona», ha añadido. Janga ha informado además de cinco casas y varios vehículos incendiados por los atacantes.
Nigeria cuenta con amplios pastizales en el norte del país, si bien la desertificación y los ataques de la secta islamista Boko Haram han empujado a muchos pastores hacia el sur, entrando en conflicto con los agricultores de la zona.
Los pastores de etnia fulani, mayoritariamente musulmanes, y los agricultores, fundamentalmente cristianos, han protagonizado enfrentamientos durante décadas en torno a los territorios y los recursos, especialmente en el centro del país.