Una niña de solo dos años que murió de un tumor cerebral ha sido criogenizada por sus padres que esperan que algún día pueda ser revivida gracias a los avances médicos
Matheryn Naovaratpong, de Tailandia, es el nombre de la pequeña que podría ser el ser humano más joven en ser criogénicamente conservada. La niña fue diagnosticado con una forma agresiva de cáncer en abril de 2014 después de que no lograran despertarla una mañana.
Después de ser ingresada en un hospital de Bangkok, las pruebas revelaron que tenía un tumor de 11 cm en el lado izquierdo de su cerebro. Los médicos le diagnosticaron ependimoblastoma, una rara forma de cáncer cerebral que afecta a los más jóvenes.
El panorama era sombrío desde el principio, y para empeorar las cosas, Matheryn – conocida por su familia como Einz – había caído en un estado de coma. Después de unos meses de tratamiento intensivo, incluyendo 12 operaciones de cirugía cerebral, 20 tratamientos de quimioterapia y 20 sesiones de radioterapia, se hizo evidente que había poco más que los médicos pudieran hacer.
La pequeña murió el 8 de enero de este año después de que sus padres apagaran su máquina de soporte vital. Pero determinados a espera algún milagro después de su muerte, la familia decidió preservar su cuerpo criogénicamente en las instalaciones de uno de los mayores proveedores de este servicio en el mundo.
El cuerpo de Matheryn se encuentra actualmente en la sede de Alcor, una empresa con sede en Arizona, congelado a 196 grados bajo cero. Alcor es también el lugar donde se almacenan los cuerpos del famoso jugador de béisbol Ted Williams, así como de su hijo John Henry Williams.