El ministro de Justicia, Kenneth Clarke, se mostró a favor del gran hermano digital ya que varias pruebas que han sido presentadas ante los tribunales británicos proceden de material delicado facilitado por la CIA de EEUU.
El Gobierno británico quiere poner de manifiesto con este plan qué procesos deben ser a puerta cerrada. Sin embargo, el viceprimer ministro, el liberal demócrata Nick Clegg, ha manifestado su rechazo al nuevo plan ya que no está dispuesto a respaldarlo si no queda claro en qué casos serían a puerta cerrada.
Kenneth Clarke recalcó en declaraciones a los medios británicos, que los juicios en los que la seguridad nacional está en juego no deberían estar abiertos al público si pone en peligro vidas humanas.
Clarke admite que los cambios propuestos permitirían a los jueces tener mayor acceso a cierta información, no como sucede hoy en día sobre información sensible que no puede ser presentada ante los tribunales.
«Me gusta una justicia abierta pero tengamos un poco de sentido común, no puede haber justicia abierta a costa de la pérdida de vidas», dijo el ministro a la cadena Sky News.