Sin embargo, el portavoz de Emergencias del estado, Micki Trost, aseguró que «no esperamos encontrar 1.000 víctimas mortales», ya que la calificación de desaparecido viene dada al no poder ser localizado por las autoridades o sus familiares.
Hasta el momento, se contabilizaron cinco fallecidos confirmados, la última una mujer de 60 años que quedó atrapada por el agua, y se evacuaron a alrededor de 14.500 personas mientras que 1.329 pasaron la noche en los 28 albergues habilitados para las víctimas, notificó Trost, según informa el diario estadounidense ‘USA Today’.
El gobernador de Colorado, John Hickenlooper, informó que el mal tiempo comenzará a remitir a partir del lunes y envió un mensaje de animó a la población porque Colorado «tiene muchas carreteras y puentes destruidos, pero no se han roto nuestros espíritus», expresó.
Sin embargo, las autoridades están preocupadas por el alcance de las inundaciones que ya afectan a la vertiente oriental de las montañas Rocosas, desde el norte de Colorado a Canon City, a unos 180 kilómetros de distancia.
Los condados más afectados son los de Boulder y Larimer, en el norte, y El Paso, en el sur. En los rescates participan dos helicópteros que trasladaron a más de 2.000 personas afectadas.