SPD o Los Verdes. Estas son las dos opciones a las que se enfrenta la canciller alemana, Angela Merkel, para gobernar el país. Su histórica victoria en las elecciones, la más alta de su historia, ha dejado a la oposición más débil que nunca aunque Merkel la necesita para gobernar.
La Unión de la canciller previó este lunes «difíciles conversaciones» para lograr una coalición. En una entrevista en el canal de noticias alemán «n-tv», Volker Kauder, jefe del grupo parlamentario de la Unión Cristianodemócrata (CDU) aseguró que a partir de hoy comenzarán las negociaciones de su partido con el resto de formaciones en el nuevo Bundestag (cámara baja) para lograr un gobierno estable.
Seguro que las conversaciones van a ser «difíciles», reconoció Kauder, ya que hay «diferencias» notables en algunos temas clave, pero se mostró convencido de que finalmente Merkel logrará formar un «buen gobierno». Además, el jefe del grupo parlamentario de la CDU apuntó que la dirección del partido decidirá esta mañana «con quién» empiezan «a hablar» de cara a la formación del próximo Ejecutivo.
El investigador principal de Europa del Real Instituto Elcano, Ignacio Molina, destaca que Merkel tiene solos opciones para pactar: con el SPD o con Los Verdes. De esta manera CDU tendrá que elegir entre una de estas opciones, con ambos ya ha gobernado a nivel estatal o en los Lander. Este experto recuerda que Merkel gobernó con el Partido Demócrata (SPD) en el primer gobierno dela canciller (2005-2009), un pactó que no les salió muy bien. En las siguientes elecciones (2009), el SPD obtuvo su peor resultado desde la II Guerra Mundial.
“Pactar con el SPD implicaría que tendrían una mayoría parlamentaria muy grande con un fuerte respaldo de los ciudadanos. El liderazgo del Gobierno sería muy sólido y fuerte”, explica Molina. Este experto destaca que la entrada del SPD en el Gobierno podría implicar que Merkel pudiera rebajar su oposición a los Eurobonos y flexibilizar algunos puntos de su política de ajustes. “El SPD también ha pedido mejoras en los salarios de los trabajadores alemanes, esto podría beneficiar a España porque Alemania podría perder competitividad”, apunta.
El pacto con el Partido Demócrata podría costarle a Merkel algún dolor de cabeza, ya que es probable que las exigencias del SPD serán altas en forma de carteras ministeriales o concesiones políticas. Durante su campaña electoral han pedido impuestos más altos para los ricos y han dejado caer su interés por controlar la cartera de Finanzas.
En caso de que llegaran a un acuerdo, que según Ignacio Molina podría alargarse hasta unas cuatro semanas, el candidato del SPD, Peer Steinbrück, tendrá que rectificar sus declaraciones en las que dijo que no formaría parte de un gobierno de Merkel en ningún caso. Otra de las consecuencias del pacto sería que la oposición al nuevo gobierno estaría forma por los euroescépticos.
La segunda opción para la canciller pasaría por un acuerdo con Los Verdes. Si Merkel no consigue llegar a un acuerdo con el SPD la segunda opción es el partido de los Verdes. Ignacio Molina señala que esta es la segunda opción para la canciller, “no son tan rígidos como el SPD y no pedirán muchas condiciones a la canciller para formar gobierno. La parte buena de una alianza de CDU con Los Verdes es que la oposición la formara el SPD, algo que será mejor para Europa”. Sin embargo, la colaboración entre ambos partidos no ha dado buenos resultados en gobiernos regionales.
Estamos en presencia de un ‘Merkelismo’
“Los socios naturales de Angela Merkel son el SPD, las otras opciones son menos probables”, destaca el Catedrático de la Universidad de Málaga, Ángel Valencia. Este experto señala que un pacto con este partido podría contraponer las rígidas medidas de austeridad del gobierno de Merkel darían un toque social al Gobierno.
Valencia señala que la incorporación en el Gobierno del SPD no modificará mucho el Gobierno de la canciller, “la crisis ha provocado que las medidas de los socialdemócratas sean muy parecidas a las del gobierno de Merkel por lo que no afectará mucho”. Este experto destaca que estamos ante una nueva era política liderada por el ‘Merkelismo’. Para Valencia, Merkel ha surgido como una persona sólida y con una política firma que poco a poco se ha convertido en la líder de su país y de Europa. “A los españoles solo nos queda seguir sometidos a esta políticas y seguir haciendo los deberemos bajo el mandato alemán. Las elecciones no han supuesto ninguna novedad para nosotros”.
Los asuntos a los que se enfrentará Merkel
- Unión bancaria
Oficialmente en Bruselas, como en España y en el resto de Europa, la elección de Merkel se ha recibido con muy buenas palabras. El Comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, ha afirmado que se necesita la energía, el compromiso y el europeísmo de la canciller.
Y es que las máquinas han estado paradas mucho tiempo. Merkel no quiso comprometerse en el avance de reformas o decisiones que pudieran costarle votos. Ahora, hay que volver al trabajo.
El primer deber pendiente, es la unión bancaria. Una reforma que piden desde la periferia de Europa, Francia y el Banco Central Europeo. Lo juzgan imprescindible para blindar el euro, mantener así la estabilidad y restaurar el crédito. Sin embargo, las negociaciones pueden ser, una vez más, largas porque a Alemania no le convence el proyecto.
Con la unión bancaria la Comisión Europea se convertiría en la máxima autoridad que decidiría la liquidación de los bancos con problemas. Una idea que no gusta en Berlín que recela de concederle ese poder a Bruselas. En opinión del Bundesbank, el Banco Central Alemán, habría primero que pasar por mecanismos de resolución nacionales. Es decir, la potestad de liquidación, pasaría primero por cada país.
En todo caso, y una vez pasadas las elecciones, comienzan de nuevo las conversaciones pero pocos creen que pueda haber cambios importantes con respecto a la política de austeridad y el euro. Desde el banco de inversión Citi, aseguran que “la opinión pública y las limitaciones institucionales, como el Tribunal Constitucional alemán, limitan el alcance de cualquier gobierno alemán para alterar drásticamente el rumbo”.
También, las decisiones sobre los países europeos con dificultades. A empezar por un tercer ‘rescate’ de Grecia.
Como explica Enrique Utrera, “la cuestión es saber si Alemania está dispuesta a aceptar una quita de deuda que tendría un impacto en sus bancos, o si se opta por una solución similar a la de Chipre, en la que los depositantes cargan con parte del coste de ayudas”. Y los problemas no sólo podrían llegar de Grecia, también otros países de la eurozona darán ‘quebraderos de cabeza’. Según apunta el Wall Street Journal, “es posible que Irlanda necesite una línea de crédito mientras intenta volver a financiarse en el mercado. El programa de rescate de Portugal vence a mediados de 2014, tras lo cual podría tener dificultades para regresar al mercado, lo que posiblemente derivaría en un segundo rescate esto”.
- Eurobonos
Durante la crisis del euro fue una de las grandes peticiones de los países que ‘sufrían’ con la prima de riesgo. También, la causa de un desencuentro inicial entre la Canciller Merkel, y el presidente francés, François Hollande.
Los eurobonos implican emitir deuda en nombre de todos los socios. De esta forma se abaratarían los costes para aquellos con la prima disparada que se beneficiarían de los bajos costes de aquellos a los que les va mejor. Desde el punto de vista alemán significaría ‘pagar’ por los países periféricos que no han hecho ‘los deberes’. Merkel no está dispuesta a ver subir la rentabilidad que su país paga en los mercados.
Lo dejó claro en su último mitin, junto con su visión de lo que es Europa.
«Ni eurobonos ni emisiones de deuda conjunta», afirmó categórica, al tiempo que pedía el voto para lograr «una Alemania fuerte, un país que es respetado en Europa y que defiende sus intereses en el mundo. Porque según Merkel, la solidaridad con Europa, será siempre «con condiciones».
Los socialistas del SPD, en cambio, sí se han manifestado a favor de los ‘eurobonos’, pero a voz baja. De resultar una ‘gran coalición’, la imposición de eurobonos no será su prioridad.
El Wall Street Journal ya lo adelantaba antes de conocer el resultado, “el Tribunal Constitucional y el electorado conservador alemán hacen impensables ‘soluciones milagrosas’” para Europa.
Y eso, que el ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo es optimista al asegurar que se trata de una cuestión de los «ritmos» y sostiene que los eurobonos llegarán cuando los países de la UE hayan corregido sus excesos fiscales y se hayan establecido mecanismos para evitar que esos excesos se repitan.
- Salario mínimo
Los expertos ya anticipaban antes de la jornada electoral la posibilidad de la creación de un ‘Consejo de Sabios’ que estudie las alternativas en torno al salario mínimo, en caso de resultar un binomio de ‘gran coalición’ CDU-SPD.
En Alemania no existe el salario mínimo. Se calcula que hay un millón de trabajadores ‘pobres’. Alemania consiguió bajar el número de parados desde los cinco millones en 2004 hasta los dos millones trescientos mil en 2013, pero a costa de precarizar las condiciones laborales para los menos cualificados.
Desde el SPD, Steinbrück, defiende la necesidad de fijar un salario mínimo a 8,50 euros la hora trabajada.
Un salto importante si se tiene en cuenta que millón y medio de trabajadores alemanes cobran menos de 5 euros por hora de trabajo. El propio Steinbrück ha cifrado en siete millones de personas aquellas que ganan menos de 8,50 la hora.
Sin embargo, el partido de Merkel ha calificado la propuesta de “demasiado intervencionista”. La Canciller ha asegurado que “no son los políticos los que tienen los conocimientos necesarios para determinar cuál es el nivel adecuado para establecer un salario mínimo”.
Merkel no ha negado la necesidad de realizar una pequeña rectificación de rumbo, pero su propuesta pasa por realizar estudios según sectores y regiones.
Por sectores o generalizado parece evidente que Alemania podría aproximarse en breve a la instauración de un salario mínimo.
Una mejora que los expertos señalan, podría hacer subir salarios que llevan años contenidos y con ello, beneficiar a países como España.
Alemania subiría sueldos y eso activaría su consumo interno y ‘ayudaría’ indirectamente a España por dos motivos. Por un lado, nuestro país, ganaría competitividad frente a los germanos (porque los sueldos bajan), y por otro, al activar el consumo, nuestras exportaciones también se verían beneficiadas.
- Mercados
Sea cual sea la coalición, los analistas no creen que tenga un impacto relevante en la zona euro. El triunfo de Merkel, al menos, no será negativo, Según Kelly Teoh, de IG Markets, “la elección crea un interés mundial porque es el momento en el que la Eurozona sale de la recesión. Los mercados aprecian la continuidad”.
La alianza con el SPD no cambiará a grandes rasgos, la política europea, pero sería bien acogida por parte de los mercados. Según Citi “sería interpretado como algo positivo”.
El Wall Street Journal cree que podrían vivirse ciertas ‘turbulencias’ durante las negociaciones entre partidos, pero a largo plazo, no supondría un cambio importante ni para los mercados, ni para la eurozona. Según el diario, “aunque esto podría alterar a los mercados, los puntos de desacuerdo (entre los dos partidos) probablemente guardarán relación con la política nacional más que con decisiones a nivel de la eurozona”.